Alternativa de Mario Diéguez

Juan Manuel Pérez Alarcón.- Más de media plaza en el coqueto recinto taurino de Zalamea la Real que con motivo de sus fiestas patronales ha sido testigo de la alternativa del sevillano Mario Diéguez, que tras una dura carrera profesional ha tenido que ser la Sierra de Huelva la que le ofreciese este día tan especial para un  torero. Y sabor amargo para el toricantano, porque en el último toro ha sufrido en desencanto de escuchar los tres avisos del palco presidencial tras no haber podido matar al toro en el tiempo reglamentario, y haber dejado pasajes de la lidia muy dignos. Pero debe saber el nuevo torero – y también Javier Jiménez –  que por algo se llaman matadores de toros. No pasa nada pero hay que tomar buena nota para que el sabor amargo de hoy se vuelva dulce mañana.

Se ha lidiado un encierro de Albarreal, de impecable presentación para la categoría de la plaza. 3º y 5º los mejores de la tarde, pero en términos generales a la corrida le ha faltado algo de raza, fuerza y trasmisión.

El toricantano Diéguez tuvo un primer oponente que se desplazó mejor por la izquierda, por donde el torero se sintió a gusto y con detalles de torería. El toro se rajó pronto y la faena perdió consistencia. Falló a espadas y se le reconoció con una gran ovación. Vuelta al ruedo sin mucho eco en los tendidos.

Con el sexto, un toro grande con genio, que desarrolló sentido anduvo el matador de alternativa muy dispuesto pero con las carencias propias de su falta de rodaje. No obstante demostró esa clase y detalles muy pintureros que siempre le han caracterizado en su etapa de novillero. Porfió y puso voluntad hasta que el toro se fue apagando. Mal con los aceros,  inseguro con el descabelllo y el toro se fue haciendo el dueño del terreno, su cuadrilla, algo inexperta,y los nervios terminaron por llevarle a escuchar los tres avisos cuando doblaba el animal tras una certera estocada.  

Victor Puerto fue el triunfador del festejo. Con su primero, desde el saludo capotero puso fibra el torero para animar al respetable. Animal con la fuerza muy justa qeu acabó rajado, pero que sirvió para que Puerto estuviera firme y con esa técnica y poso que dan los años de oficio. Faena efectista y de cercanías. Tras una media estocada en bien sitio se le concedió una oreja.

Con el cuarto, otro toro armónico y bien presentado, que tuvo poca fuerza y clase, Puerto practicó un toreo clásico reposado con momentos de empaque y gusto. Luego, los adornos y destellos para amarrar el triunfo. Tras una estocada entera en su sitio, dos orejas fueron concedidas.

Javier Jiménez – que sustituía a Julio Benitez «El Cordobés» – capoteó de manera templada por ambos pitones al primero de su lote, que fue un toro noble que se dejó en el último tercio. Buen toro que supo entenderlo el torero y que lo aprovechó. Faena rotunda con grandes series por la derecha, pero donde se empleó el toro fue por el izquierdo. Buena faena con un toro aplaudido en el arrastre. Falló con espada reiteradamente y todo quedó en silencio.

Con el quinto, otro buen toro de Albarreal, anduvo fácil con el capote y tuvo el animal mucha nobleza en la muleta. Faena redonda, con clase y empaque donde el espartinero anduvo templado y muy firme. Largos naturales que tuvieron belleza. Faena algo larga pero medida que no fue rematada con la espada. Tras tres pinchazos y una estocada, Jiménez dio una vuelta al ruedo.

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