Angel Luis Lorenzo FrancoÁngel Luis Lorenzo.- Junto con Calixto (gran aficionado y presidente de la peña “el quite” de Sierra de Fuentes) visitamos la finca “Los Alijares”, lugar donde pastan los astados cárdenos de origen Albaserrada. A pesar de que la mañana amaneció fría y con niebla de febrero, cuando se va acercando el mediodía el sol vuelve a dar claridad en estos parajes situados en el término municipal de Escurial, en nuestra provincia de Cáceres. Esta tierra extremeña, lugar propicio que se ha llevado parte de Andalucía, Madrid, y Salamanca, debido a su buena dehesa.

Llegamos y tras superar la puerta principal de entrada comenzamos a ver utreros y cuatreños a ambos lados del camino. En la casa de Adolfo Martín manda el toro y eso se nota. Prácticamente en cautividad y sin ninguna vaya que les separe del domicilio del ganadero, los “albaserrada” de Adolfo pastan a sus anchas, mientras conversamos con el mayoral José Antonio (una persona entrañable), sin que nadie se extrañe de su imponente y cercana presencia.

Cercano hemos podido ver también, el toro que tiene ya apartado para Fandiño en las Ventas el próximo domingo de ramos. En esa misma plaza debutó como ganadero en el año 98 con una corrida muy dura, muy encastada que gustó mucho a la afición. Numerosos premios, trofeos y reconocimientos abalan el buen hacer de este ganadero.

Es una suerte como aficionado poder disfrutar de la ganadería de Albaserrada, que lleva más de cincuenta y tantos años. Sólo es posible perdurar luchando cada día, trabajando, sacrificándose, y con dedicación (acababa de llegar de Galapagar esa misma mañana para estar cerca de su ganadería) atendiendo al tipo de toro que te gusta y le gusta al aficionado.

Adolfo, aprovechando mi profesión de sacerdote, nos comenta el duro percance que sufrió en su finca con un toro, haciendo que durante más de 20 días permaneciera en coma (“Hay un Dios arriba y pensó que no era mi dia”). A pesar de todo, el amor al campo extremeño y a los toros permanece en sus conversaciones y en su corazón. Quizás tenga mucho que ver la imagen de la Virgen de la Merced que unos aficionados de Almería le regalaron y que preside su cortijo repleto de premios. Aunque si hablamos de presidir, la foto en blanco y negro de su padre Adolfo Martín Andrés (padre de Victorino Martín, Benancio y Adolfo Martín), “sienta Cátedra”.

Por último, nos invita a subir a la parte de arriba de la finca en su todoterreno, allí nos “confiesa” la dificultad con frecuencia de seguir en esta profesión, sobre todo para los que comienzan, debido a los intereses que se escapan a la misma persona y el coste económico (“tener una ganadería hoy es como tener una lotería falsa”)
Aunque veo también, por otro lado, como habla con Calixto, ilusionado de su sobrino Martín Escudero de acusada personalidad, serenidad y pureza. ¿Estaremos ante una nueva figura del toreo? En la sangre lo lleva. Lo cierto es, que como los toros de su tío son de cara o cruz y no dejan indiferentes, donde en esos primeros cinco muletazos los tienes que ver.

Vamos llegando al término de nuestra visita en esta mañana fría de febrero. Cuando uno se acerca a esta clase de hombre, nota como eres más público que aficionado. ¿Cada vez se entiende menos de toro y se valora menos al toro? Una visita a esta finca responde a esta pregunta de forma negativa. En un horizonte próximo aparecerá Adolfo hijo (no tuve la suerte de conocerlo); trabajo, austeridad y mucha pasión tendrán que conformar su vida.

El futuro venidero no resulta muy clarificador, ya que como decía Adolfo en una entrevista no hace mucho tiempo en Canal + toros:”Un toro con campo tuyo, te cuesta de 3 a cuatro mil euros, sin contar los que se lesionan. Bueyes, caballos, personal para el saneamiento…”. ¿Cómo es posible, a pesar de todo lo dicho? La respuesta la tiene su abuela paterna “Aquí, en esta casa si eres animal, te tratan mejor, que si eres persona”.

Ángel Luis Lorenzo. Aficionado y Sacerdote.

 

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