Toros Almería_SALIDA LEA VICENS Y LEONARDO HERNANDEZCarlos Crivell.- Buen toreo a caballo con una mansada para finalizar la feria de Almería. Las reses de El Canario, muy mansas y solo se salvó el segundo. Destacó Leonardo en una tarde valiente y de calidad.

Plaza de toros de Almería, sábado 29 de agosto de 2015. 4ª de Feria. Casi media plaza. Seis toros despuntados para rejones de El Canario, de mal juego por mansos y descastados. Muy parados 1º y 3º; mejor y con más movilidad, el 2º; un marmolillo que se echó al final, el 4º; mansos el 5º y el 6º. Leonardo y Lea Vicens salieron a hombros por la Puerta Grande de la plaza de Almería. 

Pablo Hermoso de Mendoza, pinchazo y rejón de muerte (una oreja). En el cuarto, dos pinchazos y se echa el toro (silencio).

Leonardo Hernández, pinchazpo y rejón trasero (una oreja). En el quinto, rejón caído (una oreja).

Lea Vicens, rejón contrario y caído (una oreja). En el sexto, pinchazo y rejón (dos orejas).

En callejón estaba don Ángel Peralta, consejero de la rejoneadora francesa Lea Vicens. También por allí pululaba Leonardo Hernández padre, acompañante de su hijo. También estaba María Sara, apoderada de su paisana Lea. La figura venerable del gran Peralta lo llenó todo. Fue llamativo que en la vuelta al ruedo que Hermoso de Mendoza dio tras matar al primero, el Centauro de La Puebla batiera palmas para el caballero navarro. Era el tributo que una leyenda como Ángel Peralta le rendía al gran revolucionario del toreo a caballo, que sin ninguna duda es Hermoso.

Es decir, que en Almería se había organizado una de rejones con el maestro Pablo y dos jóvenes en alza. Solo faltaba que la corrida embistiera lo normal. La ganadería de El Canario se presentó en la plaza almeriense de manera desafortunada. Todos fueron mansos en mayor o menor grado. Una mansedumbre que hizo imposible que se pudieran presenciar lances fundamentales, como ver a Disparate correr a dos pistas, o a Bético, el buen eqino de Lea, se luciera como suele hacer muchas tardes, o que Olé, el caballo de Leonardo exhibiera sus facultades. Todo ello fue imposible ante la mansada de El Canario, que con su encaste murubeño no respondió a las condiciones que exigen ahora los caballeros.

Pablo se lució en el primero en una labor torera, seria y medida. Recurrió al valiente Beluga, que se encara con los toros con un valor tremendo, para animar su faena. Pirata hizo diabluras con las cortas y la oreja premió el magisterio del navarro. Fue entonces cuando Peralta le aplaudió.

El cuarto se murió lentamente en la plaza. Ni la salida de Disparate pudo animar a un toro que parecía más el de la carretera.

Leonardo está en un gran momento. En ambos toros se entregó con valor y conocimientos para lograr un triunfo muy valioso. El primero de su lote fue el mejor del encierro. Sobre caballos como Xarope, Despacio o el citado Olé, el todavía joven Hernández se mostró preciso al clavar, seguro en la monta y espectacular en las cortas al violín. Citando sobre dos manos llegó el clamor y la oreja.

El quinto fue un manso integral que estuvo toda la lidia cerca de las tablas. Le debió gustar el plumero de un alguacilillo y lo fue buscando por la plaza. Leonardo cuajó ahora una faena de valor e inteligencia. Aprovechó las querencias, clavó en lo alto, se arrimó con Xarope y le cortó la oreja por su insistencia y su voluntad permanente de triunfo. Las cortas al violín fueron de nuevo el momento clave de una faena que le atestigua como un rejoneador en la élite de los mejores.

La joven Lea Vicens también sufrió los mansos de El Canario. Dura papeleta para una rejoneadora todavía en fase de formación. No se vino abajo la francesa que sacó a Guitarra para poner farpas, no pudo brillar sobre Bético, pero que con Desafío, un caballo valiente, logró entusiasmar al respetable. El público, muy sensible al estilo y cualidades de Lea, le premio con la oreja.

En el sexto salió Bético a lucir su tranco a dos pistas en una labor intensa, que tuvo su mayor lucimiento cuando clavó tras quebrar en la cara del manso que nunca ayudó a la amazona. Alguna pasada en falso fue la expresión de aún le queda un camino para mejorar. Lea transmite mucho y en las cortas y la rosa, un evidente homenaje al maestro, logró calentar la plaza. Le dieron dos orejas en un nuevo exceso de un palco muy poco competente para esta plaza.

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