DAVID GALÁN Novillero
“Mato sin muleta porque me sale de adentro”
Rafael Mellado
Los recuerdos de su padre le dan vuelta constantemente en la cabeza. Dice que ha madurado como persona y también como torero. En su alternativa va a tener la mejor ocasión de demostrarlo.
– Su padre y su tío tomaron la alternativa en Málaga. ¿Esto le ha llevado a elegir la misma plaza para hacerse matador de toros?
– Tomo la alternativa en Málaga porque es mi tierra, donde he nacido y vivo. Esta era mi ilusión desde que empecé a torear y naturalmente me produce una gran emoción tomarla en la plaza que lo hizo mi padre.
– ¿Considera que llega suficientemente preparado a la alternativa?
– La verdad es que me encuentro muy preparado tanto física como mentalmente. Aún tengo muchas cosas que aprender. Un torero nunca puede decir que lo sabe todo. Hay que estar aprendiendo todos los días. Ilusión y afición no me faltan.
– ¿Ha pedido que sea el maestro Manzanares el que le doctore?
– No lo he pedido, pero le doy gracias a Dios que sea él. Me ofrecieron varios carteles y por muchísimos motivos estoy muy contento que sea el maestro el que me dé la alternativa. Estoy seguro que a mi padre le hubiese encantado que su gran amigo José María Manzanares fuese mi padrino.
– ¿Le preocupa alternar ese día con dos veteranos y grandes toreros?
– No me preocupa. Me causa respeto y me hace pensar mucho. Los dos son magníficos toreros y están en buen momento. Además, estoy seguro que no van a darme cuartelillo y esto me motivará más. Desde luego sé que tengo una gran responsabilidad y algo nervioso sí estoy.
– En su etapa de novillero comenzó arrollando y después se ha ido atemperando. ¿Le ha pasado lo mismo a su forma de torear?
– Yo creo que al principio fue una etapa dulce. Creé expectación y estaba entre los primeros. Después las cosas se me pusieron muy duras y le vi las orejas al lobo. Toreaba poco y me afectó mucho moralmente. Cambié de apoderado y toreaba más seguido. Tuve que ir al “valle del terror” y fue muy duro, pero me alegro porque eso quita humos y curte mucho. Demostré que no era un hijo de papá. Mi toreo se ha ido templando y he cogido sitio. Aunque sin salirme de mi forma de torear, que es variada, temperamental y carismática.
– Dicen que usted se tomó el toreo como un juego de niños. ¿Se ha convencido ya que de juego no tiene nada?
– Empecé jugando en nuestra plaza de Mijas con mi padre, y como un niño chico que era así me lo tomé. Por desgracia, la vida me ha dado muchos palos y me han ocurrido muchas cosas. Pronto maduré y pasé de juguetear a tomármelo muy en serio. El toreo ahora forma parte de mi vida y lo único que quiero es torear con la raza y con la verdad con que lo hacía mi padre.
– Con picadores ha toreado sólo una vez en Málaga. ¿Sabe los motivos?
– Creo que ha sido por la falta de constancia y los altibajos de mi carrera como novillero. Agradezco a la empresa que se haya portado tan bien conmigo y que me proporcione una alternativa con la que muchos toreros sueñan.
– Su padre mataba muchos toros sin muleta, pero no al principio de su carrera, más bien ya afirmado como matador. ¿Por qué empezó usted a hacerlo desde que comenzó sin caballos?
– Fue un homenaje a él. Me surgió como una necesidad temperamental. Siempre me acuerdo, cuando maté mi primer becerro en Mijas, que mi padre me dijo: “Tírate sin muleta”. Lo hice y me salió bien. Ahora lo hago y lo seguiré haciendo, porque me sale de muy adentro.
– ¿De qué color será el vestido de la ceremonia?
– Quiero que sea una sorpresa. Será clásico el color y original el bordado, pero un traje muy torero.
– ¿A quién le brindará su primer toro?
– Tengo dudas. Es una ocasión muy especial y hay muchas personas que me han ayudado mucho. Desde luego no faltará un emocionadísimo brindis al cielo.