Manzanares padre_Porcuna1ÁLVARO R. DEL MORAL.- ¿Por qué me llaman maestro? Como aquel día de Sevilla. La torería ha convertido el sincero, sentido y compartido duelo por la inesperada muerte de José María Manzanares en una auténtica reivindicación del verdadero hilo de torear. Han sido ellos, los toreros, los encargados de señalar alto y claro a un maestro que sí merecía ese apelativo que el buenrrollismo actual había convertido en una palabra vacía por manoseada y gastada, usada para distinguir a auténticos desgarramantas. Nunca, como ahora, se materializó de esta manera la condición de torero de toreros que el viejo Manzanares se lleva a la eternidad con esta rarísisma unanimidad que ha servido para  firmar una tregua en el mundillo. Toda la profesión ha sido unánime: se ha ido uno de los grandes. El 1 de mayo de 2006 lo sacaron a hombros por la Puerta del Príncipe para distinguir que se marchaba del oficio un referente, seguramente la rama más ancha del verdadero tronco clásico. En realidad, los toreros -ya lo hicieron aquel día de primavera- sólo han restaurado el auténtico hilo del toreo lejos de las versiones y convenciones oficialistas. La historia de la Tauromaquia es una; pero no siempre coincide con la que se ha querido escribir. Gloria a Manzanares.

Otras cositas que comentar. Aunque algunos de los matadores alzados siguen poniendo morritos el acercamiento ya ha comenzado. La empresa Pagés ha lanzado sus botellas al mar y la confección del abono se está adelantando al obsoleto método de trabajo tradicional. No se puede perder más tiempo. La reconstrucción de la fachada destruida de la Feria de Abril y de la propia plaza de la Maestranza es la misión más urgente y cada día cuenta. Se quieren negar; alguno dice que no dará el primer paso pero ya ha habido algunos contactos. Posiblemente haya noticias a corto plazo. Y otra cosa más antes de cambiar de apartado: el mito está ahí para consumo de los que evocan faenas y tiempos que ni vieron ni vivieron pero la persona hace tiempo que dejó de interesar aunque siga sacando la patita con numeritos sonrojantes. Después de vomitar las dudosas papas de Ronda, Rafael de Paula se ha ha terminado de retratar de cuerpo entero en su Jerez natal queriendo agredir al abogado que se había negado a tramitar unas demandas disparatadas. El diagnóstico definitivo lo ha dado el compañero Curro Orgambides con una entrevista entristecedora en la que, seguro, omite tres cuartas partes de lo que salvó la grabadora. Rafael Soto Moreno ha mordido las manos que le dieron de comer y no merece una palabra más. Nos consolaremos con las fotos y las viejas películas de Rafael de Paula.

El PP llama a capítulo. Se agradece la iniciativa; también la hospitalidad del ayuntamiento ribereño de Gelves pero, para qué nos vamos a engañar, el altavoz habría sido verdaderamente resonante si el señor Raynaud -que parece que se ha tomado en serio el asunto- hubiera convocado a los estamentos taurinos en el mismísimo parlamento de Andalucía interpelando rostros y nombres que prestaran su fama al empeño en estos tiempos de tribulaciones. Es allí, en las Cinco Llagas, donde se pretende despertar al dormido Consejo Andaluz de Asuntos Taurinos. Pero antes de ponerle el despertador se quería hacer una radiografía del sentir del sector, que acudió a la llamada de los barandas populares, todo hay que decirlo, con el radiador hirviendo. La recentísima exclusión del toreo del catálogo del patrimonio inmaterial de España por parte del gobierno central tenía la culpa. Ojo, la intención era buena y enseña nuevos caminos aunque en ediciones futuras, si las hay, convendría sentar en la misma mesa a otras fuerzas políticas y puntear mejor a los estratos profesionales. La puesta en común alumbró ideas y puntos de vista muy interesantes. Carlos Núñez reiteró un mensaje que, por su claridad y aliteración, está consiguiendo calar dentro y fuera de este planeta invertebrado: la Tauromaquia tiene que ser atractiva, interesante y asequible. Dentro del breve debate que siguió a la exposición de las distintas ideas y propuestas presentadas no faltó la ración inevitable de demagogia taurina. El propio Núñez saltó por encima de los tópicos alumbrando una interesante explicación para zanjar la llorera de los monoencastes que, curiosamente, fueron liquidados por los mismos que hoy echan esas lágrimas de cocodrilo. El presidente de la Unión de Criadores aclaró las cosas precisando que “no es un problema de monoencaste; el problema ha venido por la estandarización del toro que hoy es el mismo en Aranjuez, Algeciras o Madrid. Eso es lo que ha acabado con los galaches o los cobaledas y ha creado el espectáculo predecible del que debemos huir”.  Esa misma idea es ampliable a la nómina de matadores que copa el escalafón y puebla los estratos de las ferias. La renovación no sólo es necesaria y urgente. Es vital. Y nos vamos ya pero antes queremos enviar nuestro más sentido pésame a la familia Peña, dueña de la histórica cuadra de caballos de la plaza de la Maestranza. Doña Aurora, matriarca del clan, falleció este fin de semana. Descanse en paz.

Publicado el 4 de noviembre de 2014 en la edición impresa de El Correo de Andalucía

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