Silvia Bonilla CarriónSilvia Bonilla Carrión.- La Tauromaquia y España son dos compañeras y buenas amigas que han ido caminando cogidas de la mano a la largo de nuestra historia. Esa arraigada y verdadera amistad ha despertado envidias y celos en incontables ocasiones, por lo que estas dos buenas amigas han sufrido los ataques de aquellas mentes estrechas incapaces de entender tan sana amistad, que es una unión fraternal que recíprocamente ambas se reflejan y se identifican mutuamente.

De forma muy sabia, Paco Mora ha usado las palabras del filósofo Ortega y Gasset, el cual dijo: que basta con asomarse a una plaza de toros para ver como está el país, ¡Qué acertadas palabras!, pues así está el país como la plaza misma, donde espontáneos se cuelan a sus anchas saltándose a la torera la Constitución española, reinventando una serie de derechos y sin tener obligaciones algunas; donde el respeto, la tolerancia, la educación, la dignidad y el civismo han pasado a ser virtudes anquilosadas y pasadas de moda, virtudes que solo conservan a la que llaman con desprecio “la España profunda”. Esta “España profunda”, acogiéndose a la Constitución, y cumpliendo todas sus obligaciones, se merece por ley sus derechos: Libertad.

Estos nuevos grupos políticos basados en incongruentes e incoherentes ideologías, movedores de masas en su significado más literal, se han propuesto encarecidamente romper esta amistad; donde la destrucción de una llevará irrevocablemente a la autodestrucción de la otra. Autodestrucción cada día más latente. Cuanto más poder van adquiriendo, más fuerte es su forma de actuar.

Llego hasta sentir añoranza por aquellas señoras, que se autodefinían defensoras de los animales y de los derechos de la mujer, (“que gozando de una gran educación y basándose en grandes pilares formados por constructivos argumentos para su lucha”), se manifestaban de la forma que más honor y dignidad proporcionan a una fémina para expresarse: sacarse las tetas. Ahora ya no, ahora que se encuentran protegidos y defendidos por el nuevo poder político proceden con más autoridad: ataques verbales, agresiones físicas, amenazas etc. etc. etc. De todos los progresos y cambios que están haciendo, promovidos por la gran cultura que los avala, fieles descendientes de los pensamientos de Lorca, Alberti, Picasso, Dalí, Miguel Hernández etc. y siempre tan armoniosos y coherentes, el que más admiración me ha provocado es el hecho de poner una imagen de Che Guevara en un pueblo de Galicia, lógicamente han querido resaltar la única vinculación que Ernesto Guevara tenía con España, la Tauromaquia, pues las dos veces que visitó nuestro país fue para ir a una plaza de toros. Por lo tanto es ahora y más que nunca, momento en el que la “España profunda”, con todas sus honorables virtudes, se mantenga unida y luche por la amistad de la Tauromaquia y España, por la Fiesta Nacional y por el protagonista, nuestro toro de lidia, especie única en todo el mundo.

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