En la décima de abono, el encierro de Montalvo fue manso y sin casta. Salió uno de Parladé en cuarto lugar como sobrero y fue muy bueno. Dávila Miura le cortó una oreja cogida con alfileres. El Fandi, bullidor simplemente, mientras que César Jiménez no pudo hacer nada.

Décima de abono. Cinco toros de Montalvo, mansos y descastados, y uno (4º bis) de Parladé, muy bueno.
Dávila Miura, silencio tras aviso y oreja.
El Fandi, saludos en ambos.
César Jiménez, silencio en ambos.

10 de abril de 2005. Algo más de tres cuartos de plaza.

A %d blogueros les gusta esto: