El torero estrella de la programación sevillana es de Salteras. Se llama Manuel Jesús El Cid, que no sólo tendrá la oportunidad de hacer el paseíllo en la fecha solemne del Domingo de Resurrección, sino que está en los carteles como único espada en San Miguel para lidiar seis toros de distintas ganaderías.

¿Cómo valora el torero su temporada del pasado año?
Creo que fue muy positiva y muy buena. Es la temporada con la que siempre había soñado, sobre todo por el final, que ha tuvo mucho nivel. Esto me ha permitido quedar situado en buena colocación ante las primeras ferias de este año. He conseguido una parte de los sueños que tenía cuando inicié esta profesión.

¿Qué piensa ante la posibilidad de hacer el paseíllo el Domingo de Resurrección en Sevilla?
Es como un bello sueño hecho realidad. En realidad, es la recompensa a lo que decía antes del año pasado. Siempre se ha dicho que a los toreros de Sevilla nos encanta torear ese día alguna vez y ahora lo voy a cumplir.

¿Le abruma la responsabilidad de torear con Ponce y El Juli?
Pienso que estoy preparado para torear con cualquier torero. En este caso, tanto Ponce como El Juli son dos grandes figuras con un recorrido más largo que el mío, pero es mi ocasión de demostrar que he llegado al nivel de ellos.

¿Dónde se puede situar el cambio de El Cid para estar ahora en lo más alto?
En otras temporadas también había realizado buenas faenas, pero últimamente las he cuajado mejor. Pienso que se debe a que tengo ahora más experiencia, más oficio, estoy más maduro, lo que me permite estar mejor con los toros. Conozco mejor esos detalles como los terrenos, la distancia, el momento de cada faena lo interpreto con más conocimiento. Son detalles que hacen que toree mejor.

Su carrera, sin embargo, ha sido muy exigente por la dureza de las corridas que ha debido lidiar.
Es sabido que mi trayectoria ha sido muy dura, que cada paso avanzado ha sido a costa de mucho sacrificio, pero aún no he llegado, me queda mucho camino por delante. Me queda la satisfacción de poder comprobar que el toro me está devolviendo tanto como le he dado, vamos que es verdad que el toro acaba poniendo a cada uno en sitio.

¿Cómo se queda un torero cuando ha matado tantas corridas de Victorino Martín?
La presión que se siente al salir a una plaza para matar esos toros es distinta. No es un miedo al toro, es una extraña sensación psicológica que se apodera de uno; será por la fama de la ganadería, porque es un toro que exige muchísimo de concentración y de mentalidad. Esto ocurre con la de Victorino y con otras ganaderías. Luego, cuando se enfrenta uno a otros toros de ganaderías menos exigentes, aunque todos tienen su personalidad y ninguno es fácil, sin embargo, se nota que no es lo mismo.

¿Y no le parece que sería un error dejar a un lado esas corridas para anunciarse en otras menos complicadas?
No voy a dejar de matar corridas de Victorino, aunque tampoco quiero matarlas todas. Mucho de lo que he logrado como torero se lo debo a los toros de Victorino. La idea para el próximo año es lidiar no más de setenta corridas, entrar en carteles buenos por la situación y los compañeros y seguir en carteles de corridas de Victorino en algunas plazas concretas. Serán cuatro o cinco en sitios muy elegidos por su importancia.

Su carrera está repleta de toros bien toreados y luego no matados con acierto. ¿Por qué razón no ha sido un buen matador de toros?
Pienso que tenía una forma de tirarme a matar que no era la más idónea. Era una cruz que arrastraba. Cambié a mediados del año pasado en algunos detalles y parece que le he encontrado el sitio a la muerte. Es que ahora lo veo fácil, aunque algunos se siguen pinchando, pero eso es algo que siempre puede ocurrir. Me perfilo más en corto y me tiro con más lentitud.

¿Cree que puede llegar a ser un torero predilecto de la afición sevillana?
Es una de mis intenciones. Voy a ponerlo todo de mi parte para que así suceda. Sevilla tiene toreros, en realidad, siempre los tiene, como se puede ver con Dávila Miura, Morante, Luis Vilches. Lo difícil es convertirse en el torero de Sevilla. Mi intención es que los sevillanos se sientan orgullosos de mí cada vez que salga a la Maestranza.

Es el torero del año en Sevilla, sobre el papel. ¿Le abruma la responsabilidad en el momento del comienzo?
No es que me abrumen, pero soy consciente que es una apuesta muy fuerte, tanto la Feria con tres corridas, como la corrida de San Miguel con seis toros. Pero todas las cosas hay que hacerlas alguna vez en la vida y es mi momento y debo aprovecharlo.