El mano a mano entre Morante y Manzanares fue una tarde inolvidable de toros por el arte, majestad e imaginación que ambos le echaron a los toros. Todo lo sucedido en el quinto fue de apoteosis. El relato siguiente es de Luis  Rivas publicado en la web de Aplausos.

1º. Tan sólo alguna verónica aislada ha dejado Morante al primer toro de la tarde, un ejemplar poco colaborador. Morante tiró por la calle de en medio, lo macheteó por la cara y se lo quitó de encima pronto. SILENCIO

2º. Faena corta pero intensa la primera de Manzanares a un toro al que le faltó repetir. Destacó el alicantino sobre la diestra en dos buenas tandas dejando siempre la muleta muy adelante. Estocada hasta la bola. OREJA.

3º. Morante ha hecho sonar las palmas por bulerías en El Puerto tras una faena excelsa por su belleza y torería. Comenzó de capote toreando a la verónica muy encajado, pero fue en la muleta donde llegaron los momentos más importantes. Toreó sobre ambas manos muy asentado, gustándose mucho y rematando de inspiradas formas las series. Enloqueció el público con él. Cortó el doble trofeo y al toro se le concedió la vuelta al ruedo que fue protestada. DOS OREJAS.

4º. Una bonita y templada obra tuvo la rúbrica de un Manzanares en estado de gracia, que aprovechó la nobleza de un toro con calidad de Cuvillo, que siempre se arrancó de lejos. Precioso el quite por chicuelinas rematadas con una media belmontina. La faena de muleta tuvo tempo y suavidad, cadencia y elegancia. Se venía el toro de lejos y Manzanares lo embrocaba con distinción. Faena completa. mató recibiendo pero tardó en caer y tuvo que usar el descabello. OREJA TRAS AVISO.

5º. Se inspiró Morante en el quinto. Lo vio claro y tras veroniquear con sello propio, compartió banderillas con Manzanares, quien dejó un par con voluntad. A la salida de un par, el toro hizo hilo por Morante y le arrolló sin consecuencias. Comenzó la faena en el tercio sentado en una silla, rememorando estampas añejas de El Gallo. El toro se vino a menos pero el torero compuso una faena llena de genialidad y buen gusto. Estoconazo. DOS OREJAS

6.- La tarde se abrochó con otra importante faena de Manzanares al noble cuvillo que cerró plaza. Faena templada, de mucha solvencia. Toreó el alicantino con cadencia y suavidad y aunque el toro se vino a menos, Josemari lo aprovechí bien por ambos pitones. Una gran estocada fue el desencadenante para que le dieran las dos orejas. DOS OREJAS.

Toros de Núñez del Cuvillo. Morante de la Puebla: Silencio, dos orejas y dos orejas; José María Manzanares: Oreja y oreja tras aviso. Entrada: Lleno de “No hay billetes”

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