Curro Romero Sevilla CNLuis Carlos Peris.- Antier cumplía años Curro Romero y un puñado de partidarios hicimos circular por las redes sociales la confirmación de que se trata de un torero irrepetible. Lo hicimos mediante el documento que constata su excelencia y que es el vídeo de su última apoteosis sevillana. Aquel sábado 17 de abril de 1999 con un toro de Juan Pedro, tras decirle a los del 2 en general y a Carmen en particular «a ver si esto es así», volvió loca a la plaza con su rosario de redondos, ayudados, naturales, de pecho, kikirikíes o de la firma inacabables. Antes había roto las columnas del templo a la verónica con el mentón hundido en el pecho y los brazos como acunando al bravo toro del inolvidable Juan Pedro Domecq. Han pasado los años y las cosas son como son, pero mientras unos impresentables mancillan su figura en bronce, su toreo se eterniza y a nosotros se nos para el tiempo.

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