En el día de hoy se publican los capítulos VII y VIII del libro de José Luis López sobre El toro y su entorno. Se analizan los encastes de Cabrera y Gallardo.

 VII.- CASTA FUNDACIONAL CABRERA

La Casta Cabrera fue otra de las creadas en Utrera durante el Siglo XVIII. Su fundador, José Rafael Cabrera, la fundó con reses de su esposa, Bárbara Cabrera Ponce de León, heredadas de su padre, Luis Antonio Cabrera y procedían de los monjes dominicos de Sevilla y Cartujanos de Jerez de la Frontera.

Tras el fallecimiento de su fundador, la ganadería la hereda su tercera esposa, Soledad Núñez del Prado, y a esta la hereda su hermana Jerónima Núñez del Prado.

En 1.852, la casi totalidad de la ganadería, pasa a ser propiedad de Juan Miura, que había fundado su ganadería 10 años antes, con reses de Antonio Gil y José Luis Alvareda, todas ellas procedentes de Francisco Gallardo, añadiéndole en 1.854 sementales de Vistahermosa, por lo que en Miura, convergen tres de las Castas Fundacionales Andaluzas.

La Casta Cabrera, no existe pura en la actualidad como tal y solo subsiste en la ganadería de Miura, cuyos toros conservan unas características zootécnicas y de comportamiento muy parecido a los primitivos.

Los toros de Cabrera presentaban un gran y tamaño y alzada,

La casta Cabrera en un toro de la ganadería de Miura

además de un elevado peso. Destacaban por su policromía y por desarrollar mucho sentido durante la lidia.

Las capas son muy variadas en esta casta: Negras, Coloradas, Castañas, Cárdenas, Salineras, Sardas, Jaboneras y Berrendas.

En cuanto a su comportamiento, eran bravos en general, aunque algo desiguales.

VIII.- CASTA FUNDACIONAL GALLARDO

El tronco de la Casta Gallardo, tiene prácticamente los mismos principios que el de Cabrera. El creador de esta Casta Fundacional es Francisco Gallardo y Hermanos, que la creo con ganado procedente del sacerdote roteño, Marcelino Bernardo de Quirós Gallé, que ya lidiaba en la segunda mitad del siglo XVIII su ganado, adquirido a los Padres Dominicos de Sevilla (Convento de San Jacinto), cuya procedencia a su vez, era de los frailes Cartujos de Jerez de la Frontera.

Esta ganadería de Gallardo, pasó por muchos propietarios y sufrió numerosas vicisitudes, hasta que una rama, propiedad de don Carlos Conradi, es vendida, en 1.885, a Don Felipe de Pablo Romero. Esta rama de la Casta Gallardo, ampliada por don Rafael José Barbero, con vacas de Jijona y sementales de Cabrera, paso en 1.870 a don Rafael Laffitte y Castro, quien en 1.885 la vendió a don Carlos Conradi, para que ese mismo año llegara a la familia Pablo Romero

Los únicos ejemplares puros, que subsisten en la actualidad, aunque cruzados con reses de la casta Jijona y Vazqueña, se encuentran en la ganadería de Partido de Resina, antes Pablo Romero, situada en el término municipal de Aznalcazar, en la provincia de Sevilla.

Primitivamente, las reses de la Casta Gallardo, lucían unas capas castañas, negras, coloradas, cárdenas y berrendas en negro, en colorado y en castaño. Hoy, las capas coloradas, castañas y berrendas, han desparecido, quedando solo las negras y las cárdenas.

Originariamente los toros de Gallardo, eran más altos de agujas, más cornalones y menos musculados que los actuales de Partido de Resina.

Hoy, los “Pablo Romero”, son de mediano peso y tamaño, con tendencias hipermétricas. Finos de piel, bonitos, armónicos y de excelente trapío.

Los actuales propietarios, al igual que hiciera Jaime, el ultimo de los Pablo Romero que dirigiera la ganadería, están luchando para tratar de recuperar una casta de toros “guapos” y bien hechos que hacen falta en el panorama taurino español.