El picador Rafael Muñoz, que desapareció el pasado sábado en su localidad natal de Sanlúcar la Mayor mientras daba su rutinario paseo a caballo, ha sido hallado sin vida en una zona cercana al lugar donde se perdió su rastro, entre Sanlúcar la Mayor y Albaida del Aljarafe. El equino también ha sido encontrado muerto unos metros antes que el cuerpo de Rafael Muñoz.

Rafael Muñoz, que tenía 67 años de edad, pertenecía a una importante dinastía de picadores, había actuado a las órdenes de entre otros de José Ortega Cano, Antonio Ordóñez y Francisco Rivera Paquirri. Rafael era hermano otros dos grandes picadores, Antonio y José Muñoz, éste último fallecido en 1999 en la plaza de Vic Fezensac al ser derribado por un toro de Victorino Martín.

En la actualidad, su hijo, el banderillero José Antonio Muñoz, antiguo matador de toros, también forma parte de la cuadrilla del matador de toros Ortega Cano, a cuyas órdenes se retiró su padre. Descanse en paz.

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