El maestro sevillano será el padrino del nieto de César Girón el día 14 en la plaza de Valencia (Venezuela)

Carlos Crivell.-

La tarde del 2 de noviembre fue luminosa en la provincia de Sevilla. El reciente cambio de hora ha modificado el tono de la luz sobre las colinas y el arbolado de las dehesas situadas cerca de El Castillo de las Guardas. La finca La Cepera, de los Hermanos Sampedro, presenta al visitante todas las tonalidades del verde en los cercados en los que pastan los toros de los años próximos. La cita tiene un motivo: Espartaco y el novillero César Girón están apurando los últimos días de preparación para la cita del día 14 en la plaza de Valencia (Venezuela). El primero le dará la alternativa al joven Girón. Se van a tentar unas becerras y se lidiará un novillo por parte de Juan Antonio Ruiz en una prueba más antes de enfundarse de nuevo el traje de luces.

El rito del tentadero se cumple con toda precisión. Los ganaderos, Antonio y su sobrino Fernando Sampedro, llevan los libros en la mano. Espartaco y César Girón se han puesto las calzonas y tampoco falta a la cita Antonio Espartaco, siempre con más ilusión que los que empiezan. Hay gente nueva, como Agustín Pérez, una promesa del Aljarafe sevillano. La cita se culmina con la presencia del maestro Curro Vázquez y Cayetano Rivera, que anda en la tarea de prepararse para poder torear con picadores en 2005. Curro Vázquez es tajante: “Si persevera con la afición que tiene ahora lo conseguirá y sorprenderá por sus buenas condiciones”. En esta ocasión Cayetano será un espectador más porque viene lesionado de otro tentadero matinal.

César Girón vive los días previos a su alternativa con la ilusión propia de estos casos. “Todo esto es un sueño. Voy a tomar la alternativa en la tierra de mi abuelo y en la plaza que lleva su nombre, pero lo mejor es que me la va a conceder el maestro Espartaco, que se vestirá de luces para esta ocasión. Estoy concentrado para hacerlo muy bien esa tarde, porque ahora comienza otro tiempo en el que se podrá comprobar si puedo seguir como torero o no”.

César Girón tiene su meta centrada en poder actuar algunas tardes en las plazas americanas que se hagan eco de su alternativa, “aunque la verdadera batalla será del año próximo. Espero poder verme anunciado en Sevilla, que es mi tierra, para luego seguir hacia delante”.

Espartaco no dejó de manifestar su alegría por ser el padrino de esta alternativa. “Estoy muy contento por muchos motivos, pero sobre todo porque conozco a César y a su familia desde hace mucho tiempo. Es el nieto de uno de los toreros más grandes que ha dado América, es hijo de un amigo como Antonio Ignacio Vargas y no podía negarme a ser su padrino. Estaré en Valencia el día 14, luego actuaré en festivales y el 19 de marzo se inaugurará la plaza de Espartinas, pero como ya he dicho no vuelvo a los ruedos. Sólo me vestiré de luces para algunas corridas muy especiales”.

El tentadero fue una delicia para el aficionado. Las becerras de los Hermanos Sampedro embistieron con suma nobleza. El picador Eugenio García exigió distancia en la colocación y Espartaco bordó el toreo que ha atesorado en su madurez.

Tan noble era la primera becerra que Espartaco cedió los trastos a Curro Vázquez, que trató de evadirse amparado en su poco entrenamiento y un atuendo poco adecuado, pero fue imposible y acabó dibujando cinco naturales largos y profundos que quedaron grabados para siempre sobre la placita de tienta de La Cepera.

Espartaco tentó un novillo, número 65, de antecedentes brillantes en la ganadería de Sampedro. Fue un animal bravo y con temperamento, tanto que el ganadero decidió dejarlo vivo para semental. “Este tipo de reses tiene mucho picante, pero son buenos para el ganadero, porque hay que levantar la casta de los toros”.

César Girón toreó a gusto al novillo y a las becerras. Su toreo tiene temple y largura. Está preparado para la cita trascendental de su alternativa. Como preparado está Antonio Espartaco, que parece dispuesto a reaparecer ante la fuerza e ilusión que exhibe en cada momento. La última de las becerras fue otra maravilla y el progenitor de Juan Antonio se entretuvo en torearla como si fuera a debutar en la Maestranza dentro de una semana.

Aplausos 8-11-04

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