El matador de toros Fernando Cepeda anunció el pasado martes 10 de enero que no volvería a torear de momento. Las causas son una lesión crónica en la espalda y la falta de ilusión que le impide realizar su preparación con normalidad.
El anuncio de su retirada, al menos por ahora, lo hizo Fernando Cepeda al final de un almuerzo celebrado en Sevilla en toro a un grupo de amigos íntimos y de periodistas taurinos. Después de una breve introducción para agradecer a todos la respuesta a su llamada, Fernando Cepeda anunció que “no pienso torear este año”, para más adelante concretar que “es posible que no vuelva a torear nunca más, aunque es una cuestión que ahora no puedo asegurar”.
Al desgranar las causas de esta decisión, Fernando dijo que “tengo una lesión en la espalda desde hace siete años que me impide realizar una preparación adecuada. Paso momentos malos, aunque nunca me ha gustado airearlo, pero lo he pasado mal y cada vez es más costoso alcanzar ese punto de forma que necesito para poder estar en activo”.
El torero continuó diciendo que “me falta motivación, he perdido la ilusión, de forma que pienso que lo mejor es dejarlo ahora. Cuando han llegado estas fechas de enero siempre estaba en condiciones de acudir a los tentaderos y de torear horas y horas de salón, pero ahora no tengo ninguna ilusión por hacerlo, así que lo mejor es hacer un alto en el camino y esperar para ver qué ocurre en el futuro. Si vuelvo a tener esa ilusión que se precisa, entonces podría ser que volviera, pero en realidad lo veo difícil”.
El torero hizo un repaso de otras cuestiones que han condicionado que adopte esta decisión, “como la muerte de Ángel Caro, que ha estado conmigo toda la vida, que me conocía a la perfección y que era mi primer crítico. Su muerte ha sido un golpe duro que me ha dolido mucho. También recuerdo con cariño a otra persona fundamental, como fue Pepe Camará y al padre Leonardo”.
En este clima de sinceridad, con todos los presentes pendientes de sus palabras, Fernando Cepeda agradeció a la prensa su actitud sincera a la hora de juzgarlo, “porque he tenido la suerte de que cuando he estado bien, todos los periodistas han coincidido, también es verdad que me han dado algunos palos, pero guardo crónicas preciosas de todos; mi gratitud a los empresarios, entre los que debo destacar a Manolo Chopera, y también a los ganaderos, que siempre han ten ido confianza en mis cualidades toreras”. Entre los ganaderos presentes, Carlos Núñez, Juan José González y Jerónimo Astolfi.
Al final de sus palabras, Fernando agradeció a Juan Manuel Rodríguez, su apoderado de los últimos tiempos, “su dedicación y cariño, porque ya más que un apoderado es un amigo”.
Cuando el torero acabó de hablar, todos los presentes estallaron en una ovación cerrada, unánime, rotunda, como si el torro acabara de rematar una tanda de verónicas abrochadas con media del estilo único de Fernando Cepeda.
Fernando Cepeda: “Me ha llegado la hora”
El diestro de Gines aclaró posteriormente algunas de sus palabras en el almuerzo en el que anunció su retirada de los toros.
Ha dicho que no tiene ilusión para seguir en activo. ¿Es una decisión tomada de pronto o la había meditado con tiempo?
Ha sido algo que estaba dándole vueltas hace unos meses, pero la decisión final la he tomado hace dos días, el domingo concretamente. Son muchas cosas, pero la muerte de Ángel Caro ha sido un detonante final. Estos problemas físicos de la espalda me dan muchos problemas, he perdido las ganas de prepararme, así que lo mejor es dejarlo.
¿Si llegara una oferta para torear en sus plazas de Sevilla y Madrid cambiaría su postura?
En absoluto. Es una decisión que no cambiaría si llegara una oferta ideal para torear en Sevilla y Madrid. No conseguiría nada. Es más, creo que si no me retiro no debería tener problemas para torear en buenos carteles en Sevilla y Madrid. Si me falta la ilusión para torear no debo hacerlo.
¿Cómo se marcha en cuanto a las metas logradas?
Mucha gente me dice que no he logrado llegar hasta la meta que mis cualidades merecían, pero yo digo que no es así, sino que he logrado más de lo que había soñado. Y me marcho con esa sensación de haber toreado muy bien hasta el final. El toro del domingo de Ramos en Madrid ha sido uno de los mejores de mi vida, lo que pasa es que no tuvo una gran repercusión. En Sevilla le di pases buenos a uno de Samuel Flores. Pero además de lograr más de los que había esperado, me marcho con algo que es impagable: el respeto de todos.
¿No le hubiera gustado hacer una temporada de despedida?
Los que me conocen saben que no soy persona q la que le gusten los homenajes ni las salidas de tono. Eso de ir con despedidas de plaza en plaza, con lágrimas y besando puñados de albero, no va conmigo.
¿Qué hará en el futuro?
La vida me puede dar muchas alegrías. De momento le voy a dedicar mucha más atención a mi familia. También voy a finalizar mi carrera de Derecho. Es una meta que me llena de orgullo. Accedí a la Universidad haciendo un enorme esfuerzo. Junto al día de mi alternativa, el momento de ver mi nombre en los tablones de la Facultad admitido para estudiar fue el más grande que podía soñar. Y después, puedo ejercer la carrera, puedo trabajar en algunos temas del toreo, no tengo ninguna duda sobre el futuro. Tengo muchas cosas que hacer.
¿De quién se acuerda ahora?
Son muchas personas las que han estado siempre a mi lado. Mis padres, hermanos, mi mujer y mis hijos son fundamentales. He tenido la suerte de hacer buenos amigos en mi vida torera. Pero no debo olvidar, como he dicho en el almuerzo, a Pepe Camará, al padre Leonardo y a Ángel Caro.
¿Se va con algún rencor?
En absoluto, me voy con la satisfacción de haber realizado mi profesión con dignidad. Repito que algunos dicen que me he quedado corto. No puedo asegurarlo, pero ahora me voy con la cabeza alta, creo que de la forma idónea y si lo hago es porque me ha llegado la hora del adiós y seguir sería una osadía y una temeridad por mi parte.