Jaime Guardiola: “Volveré a Madrid porque mi corrida le gustó a la empresa”

“Lo de Villamarta es un privilegio y no voy a refrescar esta sangre”

La divisa de Guardiola, un nombre histórico en la ganadería de bravo, tiene en la actualidad varios hierros dentro de la familia sevillana. Alfonso mantiene los hierros de María Luisa Domínguez y Puerto Frontino (Pedrajas y Villamarta); Javier tiene su hierro con reses de procedencia Villamarta y Pedrajas, mientras que Jaime conserva en El Toruño el núcleo fundamental del origen Villamarta.

La temporada para la ganadería de Guardiola Fantoni ha sido un eslabón más en busca de su ubicación definitiva dentro de la temporada española. Sin éxitos clamorosos, Jaime Guardiola se muestra “moderadamente contento, aunque aún hay que mejorar mucho”.

Ha lidiado corridas en plazas relevantes como Zaragoza y Madrid. También acudió a Calahorra, Hellín, Navas del Marqués y Tarazona de la Mancha. Naturalmente, las dos corridas de mayor importancia fueron las de Zaragoza y Madrid. El detalle menos agradable para Jaime fue su ausencia de Sevilla.

“De común acuerdo –explica el ganadero- este año no lidiamos en Sevilla. Ha sido algo que nos llenado de cierta pena, porque son sesenta años consecutivos con el nombre de Guardiola en los carteles de la Feria de Abril, la de más presencia después de Miura. Los últimos años las corridas no fueron buenas, estaban pidiendo un toro muy grande y hemos considerado que era mejor hacer un alto en el camino. Siempre ocurre lo mismo, de la última corrida que llevé a Sevilla quitaron cuatro toros que se lidiaron en otras plazas y fueron buenos”.

De la temporada de 2005 el ganadero hace un repaso minucioso. “La primera corrida fue la de Zaragoza, que no estuvo sobrada de fuerzas, aunque alguno sí tuvo calidad, pero se la mató sin pena ni gloria. También hubo algunos fallos con la espada que le quitaron fuerza al lote”.

El punto culminante de Guardiola Fantoni fue la corrida de Madrid. “De entrada nos felicitaron por la presentación y la plaza los ovacionó de salida. Hubo toros buenos, tal vez con pocas fuerzas, pero con clase, como uno que toreó muy bien Luis Vilches pero que duró muy poco. Como ganadero quedé satisfecho y la mejor prueba es que me han comprometido otra corrida para el año próximo. No me puedo quejar del comportamiento de los toros en los últimos años en Madrid”.

En la hora del balance, Jaime Guardiola destaca que “no se debe analizar una corrida, sino que un año es una camada completa. En Navas del Marqués salió una buena corrida y Antonio Ferrera y Antonio Barrera les cortaron varias orejas a los toros. Y esa calidad de este tipo de corridas es una buena propaganda, el boca a boca, que en mi caso ha funcionado este año y así me lo han comentado algunos toreros”.

También está contento de la corrida de Tarazona, “donde Eugenio de Mora cuajó a gusto un toro”, y no se olvida de la corrida de Calahorra, “que si no llega a ser por el fallo de Robleño con la espada es una corrida de triunfo grande para este torero, pero no mató a ninguno de los suyos”. Y la culminación ha sido Hellín, “con cuatro toros desorejados y Tomás Preciado, que tomó la alternativa ese día, a hombros”.

El año se ha completado con dos novilladas picadas, una en Los Palacios y otra en Peralta. A Jaime le gusta siempre lidiar novillos, “porque es la mejor forma de hacer algunas pruebas con nuevos sementales”. Finalmente, Jaime Guardiola no falta nunca a su cita en las novilladas sin caballos de julio en Sevilla, “donde nos hemos llevado siempre muchas satisfacciones”.

En un mercado capitalizado, sobre todo por un encaste, la casa Guardiola representa uno de esos oasis de un encaste distinto. En este caso hablamos de Villamarta. Para Jaime “es un privilegio poder anunciarme en varias plazas de primera todos los años con los toros de Villamarta, cargados de historia, que vamos a San Isidro y al finalizar nos dice el empresario que ya cuenta con una corrida para 2006, cuando ha habido otras que realmente han dado un petardo, pues es un motivo estar contentos; lo mismo que con la casa Chopera, que si bien la corrida de Zaragoza no fue muy buena, me han pedido dos corridas para sus plazas este año que viene”. También puede anunciarse en Colmenar Viejo. El criador de estas reses está confiado en el futuro.

Un futuro que no es fácil “para nadie se llame como se llame”. Jaime recuerda que “hay muchas exigencias al toro moderno, pero mucho más para las ganaderías que caen manos de toreros con poca experiencia”. Además, a Jaime Guardiola no le quedan dudas sobre su divisa en cuanto a posibilidades de refrescar con otra sangre. “Hasta ahora no hemos echado ningún toro de fuera. Es posible que alguien considere que soy un poco arcaico, que voy en contra de las tendencias modernas, pero no estoy por esa labor. En nuestro caso, lo que podríamos hacer es buscar algún toro de Núñez, línea Rincón o Villamarta, que podría darle algún aire nuevo, pero, de momento, aquí me mantengo con lo que siempre ha sido Guardiola. Y es un privilegio mantenerlo, porque en Villamarta han confluido muchas sangres de la cabaña brava española”.

En este punto, Jaime Guardiola tiene un recuerdo para Juan, su hermano, patriarca de la casa hace algunos años, “que tenía una cabeza privilegiada para el toro, cuando salía una vaca sabía los porcentajes de sangre que tenían de las distintas procedencias de Villamarta o de Pedrajas, cuando se trataba de este encaste”.

La faceta comercial no le causa problemas, “porque me piden muchas corridas que incluso no puedo atender, algo que siempre es tranquilizador. Los empresarios me piden siempre la repetición. ¿El futuro? Esta es una dedicación que depende de muchos factores. Muchas veces no hay manera de explicar los cambios de un año a otro con toros de la misma procedencia”. Lo que tiene muy claro es que la línea de Pedrajas no se mezclará con la de Villamarta, “algo que nos inculcó mi padre, que siempre decía que mezclar es fácil, pero que luego mantenerla es algo demasiado complicado. Tampoco me tienta llevar lo de Pedrajas, que ahora lleva mi hermano Alfonso”.

No pretende aumentar el número de cabezas que tiene en la actualidad, “eso lo tengo muy claro, sobre 180 a 200 vacas, y de ahí no subo. Con ello me pueden salir en buenas condiciones unas nueve corridas y de ahí no me muevo”.

Como es natural, en el horizonte está la vuelta a Sevilla, “pero allí estaremos cuando volvamos a hacer méritos para acudir a la Feria, nunca antes”.

EL MEJOR TORO DEL AÑO

“Hay dos toros que me han gustado una barbaridad, uno se lidió en Madrid, número 145, de nombre Ventoso, al que Vilches le pudo cortar la oreja su dura algo más, y el otro fue en Calahorra y los cuajó Fernando Robleño y no acertó con la espada. Este se llama Zorruelo, número 115. Son los toros que más han dejado satisfecho”.

LOS DETALLES CURIOSOS DEL AÑO

“La mayoría han estado causados por la Lengua Azul y los embarques de los toros en septiembre. Algunas empresas han mandado a dos transportistas distintos. Estaba el toro ya embarcado y ha aparecido otro. Un hombre llegó a ponerse tan nervioso que, ya con el toro en el cajón, lo llamaron y tiró el teléfono muy enfadado y cayó dentro. Se puede uno imaginar la situación para recuperar el móvil”