La Plaza de Toros La Merced, en nombre de toda la afición de Huelva, rendirá homenaje el próximo 19 de marzo a Antonio Ruiz Rodríguez Espartaco, el creador de la dinastía de Espartinas, la única de la que todos sus toreros han tomado la alternativa en la capital onubense. Se cumplen ese día de San José cincuenta años del doctorado de Espartaco padre, una efeméride que no puede pasar por alto para el coso de la Vega Larga y sus gestores.
Antonio Ruiz Espartaco tomó la alternativa en la antigua Plaza de Toros La Merced el 19 de marzo de 1966. Lo hizo ante el toro de nombre Isleño, del hierro de Jiménez Prieto, con Emilio Oliva como padrino y el venezolano Efraín Girón como testigo. Por delante de todos ellos toreó también el rejoneador Álvaro Domecq. Aquella tarde fue el inicio de un estrecho vínculo entre los Espartaco y Huelva que el tiempo y sus circunstancias sólo hicieron más fuerte. Y es que, siguiendo la estela del patriarca, los otros dos toreros de la familia, Juan Antonio y Francisco José Ruiz Román, también se doctoraron en la ciudad onubense. Aunque lo hicieron en plazas diferentes. El primero de ellos, en la ya desaparecida Monumental el 1 de agosto de 1979 de la mano de Manuel Benítez El Cordobés. El segundo, en la remozada Plaza de Toros La Merced el 3 de agosto de 1989 con su propio hermano como padrino.
Justo por ello, Huelva siente muy suya a esta dinastía sevillana. Y por eso le brinda el homenaje que ya se prepara a Espartaco padre para el mismo día en que cumplirá las bodas de oro de su alternativa. Será en el transcurso de un acto en cuyo diseño aún se trabaja, pero que será tan sencillo como entrañable y que, al mismo tiempo, estará cargado de sorpresas.
Nacido en Sevilla en el barrio del Arenal, en la calle Pastor y Landero, frente a la Maestranza. Aficionado a los toros desde su infancia gracias al ejemplo paterno, un viejo amante de la fiesta que vio torear a Guerrita. Abonado de la Real Maestranza desde pequeño. 