Esta mañana ha quedado inaugurado en la Alameda de Hércules de Sevilla el monumento dedicado al famoso matador de toros Manuel Jiménez ‘Chicuelo’. 

El torero sevillano de principios del siglo XX inventor de la suerte de la ‘Chicuelina’, Manuel Jiménez ‘Chicuelo’, ostenta desde hoy un monumento que homenajea a su figura como maestro del toreo en la Alameda de Hércules, donde vivió. Junto a las esculturas de la cantaora Pastora María Pavón ‘La Niña de los Peines’ y Manuel Ortega ‘Manolo Caracol’, esta nueva escultura de Alberto Germán se alza en bronce con una altura de tres metros y representa al maestro realizando una de sus emblemáticas chicuelinas.

En el acto de inauguración, el presidente de la Comisión pro-monumento, Fernando Vázquez, señaló que la intención de crear este monumento fue la de "perpetuar la memoria del maestro" que marcó la historia del toreo y que inventó la chicuelina, por lo que dijo, "la figura merecía que su recuerdo fuera materializado en la Alameda donde vivió". Vázquez culminó su intervención con unas palabras características del mundo del toro: "Y que Dios siga repartiendo suerte".

El autor de la escultura en bronce dedicada a Manuel Jiménez ‘Chicuelo’, Alberto Germán, aseguró que la idea de la escultura partió de la comisión pro-monumento, y que tenía que representar al maestro ejecutando la chicuelina, concretamente "la que él dio", para lo que el escultor se tuvo que valer del asesoramiento del mundo de los toros, así como del hijo del maestro para conseguir que "los puristas pudieran valorar esto a nivel taurino". Alberto Germán añadió que un elemento de las esculturas dedicadas a toreros que presenta mayor dificultad es la ‘montera’, para la que hay que tener en cuenta el período de la historia al que pertenece la figura, siendo además "muy difícil" moldear "por la forma que tiene".

En declaraciones a los periodistas, el maestro de Camas (Sevilla) retirado de los ruedos, Curro Romero, manifestó que la escultura "tenía que haber estado aquí hace tiempo, aunque nunca es tarde", y recordó con afecto el vínculo con la familia de Chicuelo, de la que dijo que es "encantadora", recordando con anhelo que había toreado de novillero con uno de los descendientes del homenajeado en la década de los 50.

Por su parte, el Gobierno de la ciudad, también acudió a este acto, estando representado en el alcalde de Sevilla, Alfredo Sánchez Monteseirín, el primer teniente de alcalde, Antonio Rodrigo Torrijos, el concejal de Urbanismo, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, así como el delegado del distrito Casco Antiguo, José Manuel García.

Sánchez Monteseirín indicó que el torero homenajeado "marcó un nuevo rumbo en la tauromaquia", marcando "un antes y un después", convirtiéndose en algo muy difícil de conseguir ser "profeta en su tierra". Añadió que fue "revolucionario" en su tiempo y que "creó un estilo nuevo".

En este sentido, Rodrigo Torrijos mencionó de manera poética unas palabras de reconocimiento hacia el genial torero, diciendo que era para él un "enorme orgullo estar presente en este acto". Además, dijo que las tres figuras inmortalizadas se reúnen en un lugar "emblemático" refiriéndose a la nueva Alameda de Hércules, puesto que en el caso de La Niña de los Peines, fue en este lugar donde comenzó su carrera artística, en el caso de Caracol su obra se halla frente a su casa, y en el de Chicuelo, en esta plaza fue donde vivió a pesar de ser trianero de nacimiento.

Asimismo, el presidente de la fundación Caja Rural del Sur –que patrocinó el monumento–, José Luis García Palacios, se mostró satisfecho de que su caja de ahorros decidiera honrar a esta figura del toreo, "una de las figuras importantísimas" de la historia de la tauromaquia.

Foto: El Mundo

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