Más toreros que toros en la 2ª de la Feria de Jaén. Cortaron una oreja por coleta Curro Díaz, Iván Fandiño y David Mora, pero estuvieron por encima de un mal lote de El Cotillo

El Cotillo / Curro Díaz, Iván Fandiño y David Mora

Plaza de toros de Jaén. 2ª de Feria, Un tercio de plaza. Cinco toros de El Cotillo, el sexto lidiado como sobrero por uno devuelto por flojo y uno, quinto, de Hermanos Collado, justos de presentación y de pobre juego por falta de raza y fuerzas. Más encastado el primero. Saludó en banderillas José Manuel Montoliú.
Curro Díaz, rosa palo y oro, media atravesada (una oreja). En el cuarto, dos pinchazos, estocada caída y dos descabellos (saludos).
Iván Fandiño, de azul pavo y oro, media estocada trasera (una oreja). En el quinto, pinchazo y descabello (saludos tras aviso).
David Mora, de celeste y oro, estocada trasera (saludos). En el sexto, estocada (una oreja).

Carlos Crivell.- Jaén

La corrida comenzó con un susto tremendo. El que abrió plaza arrolló a Curro Díaz en el saludo de capa. Se estiró el de Linares con buen gusto y cuando se disponía a rematar fue prendido de lleno de forma dramática. El terno quedó destrozado; Curro indemne por fortuna.

Se vistió de torero poderoso Curro Díaz porque ninguno de sus dos toros le permitió desarrollar su exquisita calidad artística. Ese primero que le regaló la voltereta fue un toro con un punto de casta interesante. Toda su labor fue por abajo tratando de someter la embestida con mucho fuelle del toro de El Cotillo. Por bajo pudo conducir con poderío sus arrancadas.

La tarde le tenía reservado otro toro para dejar a un lado el buen gusto y tratar de sacar agua del pozo seco que fue el cuarto, un animal con pocas fuerzas, menos casta y que si pasó alguna vez fue por su insistencia. Ahora la espada, tan segura otras veces, viajó con desgana y sin acierto. En banderillas, José Manuel Montoliú puso dos pares enormes. Es la viva imagen de su padre. Antes había lidiado de forma admirable al primero.

Fandiño y Mora son las novedades del año. En Jaén se justificaron ambos a pesar de lidiar una corrida carente de posibilidades. Fandiño exhibió su valor sin cuentos. Mora dejó patente su ambición y su gran estilo.

El torero vasco le cortó la oreja al primero de su lote por una faena reposada, con mucho aguante, casi toda sobre la izquierda. El toro dudó mucho, todo lo contrario que Fandiño. Firmeza siempre y valor seco para acabar con manoletinas dejándose llegar al toro al pecho.
Se equivocó en la suerte suprema del quinto. El de Collado se dejó hasta que se rajó al final. De nuevo se fajó bien en una faena de pases muy templados con las zapatillas atornilladas en el albero. El final fue explosivo y tenía premio seguro. Se precipitó al entrar a matar con el toro arrancado, pinchó bajo y se entretuvo mucho con el descabello, a pesar de acertar a la primera. Al final, nada.

David Mora se lució en verónicas de trazo amplio y sentimiento a flor de piel con el tercero. No pudo hacer nada más. El toro era un tullido que no debió lidiarse. Se esforzó Mora para no sacar nada en claro.

El sexto fue devuelto por inválido. El sobrero, alto y desgarbado, no fue gran cosa, pero al menos nos dejó ver de nuevo lo bien que maneja el capote David Mora. La faena fue mitad de empuje del diestro, mitad de trazos de calidad en pases muy meritorios. Le dio sitio y reposo al toro para exprimirlo en lo poco que tenía con muletazos de corte soberbio. Mora acaba el año con el motor en perfecto estado para seguir igual en el que viene. En realidad, la terna se montó encima de una corrida muy floja.
 

A %d blogueros les gusta esto: