En la novillada con picadores celebrada en Sevilla el domingo, Juan José Domínguez cortó una oreja al primero de la tarde.

Los novillos de Vázquez Gago, desiguales de presencia y juego, no ofrecieron muchas posibilidades. El mejor fue el primero.

Juan José Domínguez: una oreja y silencio tras aviso.
Isaac Mesa: silencio tras aviso y vuelta tras aviso.
Jiménez Caballero: silencio y palmas tras aviso.

Sevilla, 7 de agosto de 2005. Un tercio de plaza. Saludó en palos Curro Robles.

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