El matador de toros Juan José Padilla (Jerez, 1973) está más que acostumbrado a lidiar toros duros. Es su destino y no le pone muchos reparos a ello. Es más, Padilla, torero que pone en práctica la lidia integral, sabe que si sitio está en ese tipo de corridas. En la Feria de Sevilla está en el cartel de Miura, lo que es una tradición en los últimos años. Desde su alternativa en 1994, Juan José Padilla ha consolidado su sitio en la fiesta y se prepara para dar la cara de nuevo. Lo hace con la ilusión de sus grandes triunfos de 2005 en plazas nada fáciles como Bilbao y San Sebastián.

¿Queda ilusión en un torero que todos los años sabe que tiene que enfrentarse a lo más duro del ganado bravo?
Estoy deseando que empiece la temporada y me estoy preparando a fondo como si hubiera tomado la alternativa hace un año. Tengo unos retos por cumplir y pienso que Juan José Padilla aún no ha llegado a su techo y que sigue en fase de aprendizaje. Todo es nuevo cada comienza de temporada. Mantengo la ilusión de seguir triunfando y para ello me preparo a fondo.

¿Cómo juzga la temporada del pasado año 2005?
Creo que fue un año en el que logré convencer a muchos sobre mi actitud y mi capacidad. Mi trayectoria anterior había tenido cosas buenas, ha habido percances muy fuertes, pero este último año ha sido decisivo para que algunos tengan ya la seguridad de mis posibilidades.

¿Se olvida de su paso por Bilbao y San Sebastián?
No me puedo olvidar. Fueron la cumbre de la temporada, sobre todo el indulto del toro de Victorino Martín y las tres corridas seguidas de Bilbao. Me entregué al máximo y logré la mejor recompensa posible. Nunca había encadenado unos triunfos tan importantes en plazas de tanta responsabilidad.

Se enfrenta a corridas muy duras y pone en suerte la lidia total. ¿Es alto el desgaste físico y mental que se paga?
Por supuesto que no es lo mismo matar una ganadería dura que otras menos complicadas. En estos momentos, cuando se están rematando los carteles y piensas que apareces anunciado en las mejores ferias y con ganaderías como Miura o Victorino, el proceso de mentalización es fundamental. Me preparo físicamente y toreando, pero también hay que tener una mente fuerte y preparada para sumir esos retos.

¿Le preocupa saber que vienen nuevos toreros que le van a disputar el sitio en esas corridas en las que ahora parece Padilla imprescindible?
Es ley de vida. Está claro que inquieta que haya nuevos toreros que te puedan desplazar, pero también es una alegría saber que esto no se acaba y viene gente nueva para que la fiesta no se detenga. Hubo un momento en el que fui yo quien llegó y desplazó a otros y pronto me desplazarán a mí de los carteles en los que aparezco. Es algo normal.

La plaza de Jerez le ha permitido estos últimos años poder torear en carteles de figuras y con el toro de las figuras. ¿Cómo ha sido su experiencia?
Mi responsabilidad en la Feria de Jerez es grande. Es mi tierra y ya se sabe que siempre las exigencias son mayores, pero también porque quiero estar bien. Si además me colocan en carteles buenos, la responsabilidad aumenta. No puedo estar mal, porque entonces dirían que no sirvo para ese tipo de corridas buenas, siempre sobre el papel. Puede parecer fácil, pero me preocupa más torear una corrida en Jerez que la mayoría de las que toreo en otras plazas el resto del año. La experiencia de estos años ha sido buena, creo que he dado la talla, pero que nadie piense que voy tranquilo a torear en Jerez.

Juan José Padilla es fijo en la corrida de Miura de Sevilla. ¿Es algo que le da tranquilidad o le llega a cansar este permanente encasillamiento?
No me puede cansar; al contrario, sólo puedo mostrar mi agradecimiento por el detalle de que cuenten conmigo en la Feria de Sevilla, porque para todo el que se viste de luces es un privilegio poder torear en Sevilla. ¿La de Miura? Pues la de Miura. Mientras mi corazón aguante las emociones de este tipo de festejos ahí estaré, si es que me siguen contratando.

¿Cree que la corrida de Miura le ha dado muchas posibilidades de triunfo en la Maestranza?
Cuando se llega a una Feria como la de Sevilla, con la máxima ilusión, y luego los toros no colaboran para el triunfo, la decepción es muy grande. En mi caso no he tenido mucha suerte con la de Miura, porque salvo el año bueno de esta ganadería, luego no me han embestido para poder demostrar mis cualidades.

¿Y no le apetecería que algún año le anunciaran con la corrida de Victorino, ahora que ha triunfado fuerte con estos toros en el norte?
El toro de Victorino me va mucho, le cojo bien las distancias y me acoplo bien a esas embestidas. Me encantaría poder lidiara una de Victorino algún año en Sevilla; diría que rabio por poder matar alguna de esa ganadería en la Maestranza. Comprendo los compromisos de la empresa y por mi parte nunca he presionado, pero debo admitir que estoy dispuesto a torearla algún año.

¿Se han acabado los problemas de Padilla con Victorino Martín?
Ya no hay ningún problema. Victorino admitió que no había estado muy acertado conmigo, pero todo es agua pasada. La prueba es que el año pasado he lidiado varias de su hierro y todos muy contentos, sobre todo porque el indulto del toro “Muroalto” en San Sebastián fue muy bueno para todos.

Padilla es uno de los toreros que más colabora en la lidia con los compañeros. ¿Cómo se explica su permanente actitud de vigilancia en la plaza? Todo el mundo no lo hace.
Es algo que va dentro de mi forma de entender el toreo. Desde que soy novillero me preocupaba de estar bien colocado para ayudar a los compañeros. Con el paso del tiempo, y más en estas corridas que suelo lidiar, pues siempre intento estar en mi sitio, ayudar a las cuadrillas, porque cuando menos se espera hace falta saltar al quite. Las corridas de toso son un espectáculo de alto riesgo y hay que tener los cinco sentidos preparados para actuar.

¿Y qué le comenta a quienes le critican por hacer el paseíllo con el capote de paseo suelto?
Respeto a todos los que me critican, pero tengo mi propia personalidad y pido también respeto. Lo hago como homenaje a los torteros antiguos y porque creo que es otra forma de ser torero y que no hago daño ni a la historia del toreo ni a mis compañeros.

¿Cree que le queda mucho tiempo en los ruedos lidiando este tipo de corridas tan exigentes?
Tengo que reconocer que mi tipo de toreo no es para carreras muy largas. El sacrificio que se exige es muy alto, pasan los años, el toro tiene la misma edad y los esfuerzos se pagan. Hay que pensar en una retirada victoriosa para dentro de tres o cuatro años. Quiero irme con la seguridad de que me llevo el respeto de los públicos y las empresas.

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