Juan Pedro Domecq (ganadero)

“Me dieron por acabado, pero ahí sigue la ganadería”
“Esta ganadería ha sido una referencia durante 70 años”
“Para criar toros hay que evolucionar de forma permanente”

Carlos Crivell

La ganadería de Juan Pedro Domecq ha sido la que más toros ha lidiado durante la pasada temporada. Después de algunos años de resultados menores, la divisa matriz de tantas ganaderías se ha colocado de nuevo entre las fundamentales de la temporada. La familia de Juan Pedro Domecq Solís tiene dos ganaderías diferentes, la clásica de Juan Pedro, y la de Parladé, que con la misma procedencia dirigen sus hijos con criterios personales y diferenciados.

Para Juan Pedro Domecq, “la temporada debo calificarla como buena. Ha sido un año lleno de satisfacciones, que comenzaron con el indulto de un toro en la plaza de Morón y que siguió con una serie de corridas con una buena nota y mucha regularidad. Particularmente, me quedé satisfecho de las corridas de Jerez, Córdoba, Alicante, de algunos toros de Málaga, de Nimes y de Linares”.

Ha sido un año en el que Juan Pedro Domecq ha lidiado corridas de toros en Sevilla y en Madrid. Aunque el balance en esta plazas no fue triunfal, para Juan Pedro “fueron corridas de buena nota de las que he sacado conclusiones positivas”.

Se podría hablar de la resurrección de Juan Pedro después de años sin brillo, algo que el ganadero admite, “porque ha habido, fundamentalmente, dos años de endeblez del ganado, pero ha tenido una explicación, ya que esos toros, que son la consecuencia de un manejo de años atrás, no siguieron los planes de preparación que tengo previstos en mi ganadería. Las causas hay que encontrarlas en unos años en los que, por motivos personales, se ha producido una menor atención al cuidado y preparación de las corridas. Ahora ya, pasados estos problemas, puedo dedicarme en plenitud a la ganadería y ya los resultados se han podido apreciar esta temporada”.

Juan Pedro es la ganadería matriz de muchas divisas, aunque le gusta matizar que “de los productos creados por mi padre hay tres ganaderías que son: Jandilla, Zalduendo y Juan Pedro Domecq, diferentes porque somos tres personalidades diferentes. No se puede hablar de uniformidad en el toro de lidia actual. Es un análisis bastante ligero y nada certero”.

Para Juan Pedro, “lo más difícil para una ganadería es permanecer en el tiempo, en la historia, como es nuestro caso, porque mi padre la mantuvo en primera línea 35 años, los mismos llevo en mi caso. Si es así, pienso que merecemos el respeto de todos por haber mantenido 70 años los toros en como referencia ganadera.”.

El ganadero profundiza más cuando manifiesta que “el secreto de un buen ganadero para permanecer en el tiempo consiste en ser capaz de observar al público para captar lo que le gusta, comprobar su evolución y saber lo que quiere; lo mismo que hay que observar al torero para conocer qué tipo de reses necesita. Hay que criar el toro que se pide en cada momento”.

Juan Pedro Domecq apuesta por la evolución contra los involucionistas. Es su discurso recuerda que “mi padre fue un hombre avanzado en la crianza del toro bravo. Fue capaz de cambiar las formas de medir y definir la bravura. La del caballo es una bravura simple que podía servir para los inicios de la Fiesta. Ahora hay una nueva bravura que permite que un toro acabe combatiendo hasta el final de su lidia. El primero que proclamó este concepto actual de bravura y que la definió fue mi padre”.

Las aportaciones de Juan Pedro a la crianza del toro son amplias. “Tengo una ganadería en la que he conservado todas las líneas de la misma. He diseñado un proyecto con todas las tecnologías posibles, como bases de datos, videotecas y fotografías. El programa informático que manejo me permite contestar cualquier pregunta sobre el aspecto más peculiar del ganado”. Presume de actividad como investigador, “porque he trabajado conjuntamente con las Universidades de Madrid y Córdoba para descubrir los datos de la herencia del comportamiento del toro, como demuestran los estudio de Javier Cañón. Gracia a algunos problemas que tuve en la ganadería conocemos líneas de alimentación nuevas en los toros. El entrenamiento del toro como metodología también fue una creación que llevé adelante, el conocido tauródromo, de forma que sabemos cómo hay que entrenar a un toro y el tiempo que necesita, que son unos cinco meses, todo para lograr que sea un atleta”.

No olvida sus años como “presidente de la Unión en una etapa más complicada y fundé la CAPT, en definitiva, he intentado estar en todos los frentes para mejorar la tauromaquia”. Y dicho esto Juan Pedro lamenta que “muchas veces me siento defraudado por no haber sido capaz explicarlo bien, porque compruebo que el tratamiento que recibo es mucho más duro que cualquier otro ganadero. Si se me resbalo, me dan la paliza; si se me cae un toro, mi ganadería se cae entera, algo que no es igual para otros. Y una ganadería formada con mis toros recibe críticas más benignas que la de Juan Pedro. No ha sabido contar que he realizado o se me ha entendido”.

Juan Pedro fue el inventor del término los toros artistas. A estas alturas, “creo que me perjudicó por lo que tenía de concepto nuevo. Se consideró un pecado porque, según algunos, no se mantenía la tradición. Y yo no soy tradicional. Respeto las reglas fundamentales del toreo, pero nunca se puede defender el inmovilismo”

¿Y cuál es el momento actual de su ganadería? “Estoy satisfecho porque estoy en las mejores plazas con los mejores toreros. Ocurre que la crítica a mis toros en siempre muy agresiva. Me han dado por acabado como ganadero, pero ahí sigo, todos los años en Sevilla, en Nimes y tantas plazas. Sigo a pesar de no tener la mejor de las imágenes. Me dicen que soy el del toro bobo, sólo en Sevilla se me ha respetado y entendido como ganadero y apreciado como persona”.

En su opinión el toro de hoy “debe ansiar coger por abajo los vuelos de la muleta y perseguirlo. Torear es dirigir la embestida del toro con los vuelos del capote y la muleta. Hace falta un toro que la quiera coger, que humille cada vez más, que dure mucho porque las faenas son más largas y todo ello con un toro que cada vez tenga más sensación de riesgo, lo que lo complica todo, porque la fiereza y la casta complica la capacidad para torearlo” Y añade que “el toro grande, por encima de 550 kilos, es un error. El toro gordo nunca es ágil. Conforme el toro es más grande se mueve con mayor lentitud. Mi intención es ir a un toro más pequeño. ¿Quieren pitones? Pues tendrán pitones. El pitón no es su longitud, sino que es su forma lo que le da peligro. El toro cornidelantero es más ofensivo que el cornivuelto”.

Recuerda que “Parladé es una ganadería de mi hijo Juan Pedro. Se ha hecho así porque la afición de ser ganadero entra cuando se llega a serlo, por eso quería que mis hijos dirigieran una ganadería desde jóvenes. Mi hijo dirige Parladé la dirige de forma individual e independiente en todos los aspectos”

La camada de 2008 es “una camada equilibrada con toros con mucha cara y no excesivamente voluminosos. No vamos a Madrid porque no tenía toros. Iremos a Sevilla, Arles, Barcelona, Valencia, Nimes, Zaragoza. También iremos a Murcia, una matinal en Nimes, Jerez, Alicante, Aranjuez y posiblemente El Puerto. Acudiremos a Morón, Écija y Benidorm. Quedan algunas corridas por colocar, además de alguna reservada”.

Como sueño de futuro, Juan Pedro quiere lograr “un toro que tengo en la cabeza pero que nunca lo consigo. El concepto del toro es cambiante, nunca se consigue el pleno. Estoy obsesionado con tres cosas: que tengan más fiereza, que metan más la cara y que lleguen hasta el final con movilidad. Son mis objetivos en cuanto al toro que lidio”.

A %d blogueros les gusta esto: