Manolete y Pepe Luis
El año 1939 tomó la alternativa en Sevilla Manolete; el 15 de agosto de 1940 la tomó Pepe Luis de manos de Pepe Bienvenida. Se puede decir que una época del toreo nacía en la Real Maestranza. En la década que analizamos ahora el dominio de la imponente figura de Manolete es la nota llamativa, pero también alumbran a la tauromaquia nuevos toreros. La Feria de Sevilla en 1840 sigue siendo muy escasa en corridas, apenas tres y el del Domingo de Resurrección. En 1944 se organizan seis festejos mayores y una novillada en la primavera sevillana.
Es curioso que en 1948, el siguiente de la muerte de Manolete, en la Feria se organicen ocho corridas de toros y dos novilladas. Crece en estos finales de la década de los cuarenta el número de espectáculos y se renuevan las ganaderías y los espadas. Sigue fiel a Sevilla la divisa de Miura, pero las que más se lidian son las de Villamarta, Tassara, Carmen de Federico, Enriqueta de la Cova. Aparecen en los carteles las de Juan Pedro Domecq y Núñez y también la de González de procedencia Contreras.
Son unos años de cambios notables. Todavía en los carteles de 1940 se anuncian Gitanillo de Triana, Pascual Márquez, Domingo Ortega, Juanito Belmonte y Fuentes Bejarano. Manolete debuta en esta feria de 1940 el día 18 de abril y lidia tres corridas, la última la de Miura. Las figuras tenían a gala torear la divisa de Zahariche. Manolete es el triunfador y se impone claramente a Domingo Ortega.
El 18 de abril de 1941 torea por primera vez en el ciclo primaveral sevillano Pepe Luis, acompañado por Manolete y Juanito Belmonte. Ambos actúan en tres corridas, naturalmente que una es la de Miura. La rivalidad entra ambos diestros se declara en la plaza. Manolete le corta las orejas y el rabo a uno de Villamarta y Pepe Luis está sublime en la de Miura.
La de 1942 es la feria de los veteranos. Nicanor Villalta, Domingo Ortega y Chicuelo son los triunfadores. El torero de la Alameda le corta las orejas y el rabo a un toro de Núñez con 40 años. Manolete está discreto, lo mismo que Pepe Luis, aunque ambos torean, como Dios manda, la corrida de Miura. Manolo Alvarez El Andaluz, otro excelente torero sevillano, corta oreja, al tiempo que actúa de forma desigual Rafael Gallito.
La noticia de la feria de 1943 es la ausencia de Manolete. Los carteles se organizan con la base de Pepe Luis, Manolo Martín Vázquez, Juanito Belmonte y Manolo El Andaluz. La novedad es Morenito de Talavera. El Andaluz fue el triunfador de la Feria. También actuaron Paquito Casado y José Ignacio Sánchez Mejías.
Feria de novedades la de 1944. Vuelve Manolete a Sevilla, permanecen Pepe Luis, Rafael Gallito y El Andaluz, siguen Cagancho y Chicuelo y aparecen nombres como los de Mario Cabré, torero catalán, y El Estudiante. El monstruo de Córdoba está cumbre el día 19 con un toro de Alipio Pérez.
Todas las ferias de este tiempo tienen en la de 1945 la más señalada. Es, posiblemente, una de las mejores ferias de la historia de la plaza sevillana. Hay carteles novedosos, con Albaicín, Fermín Rivera y Pepe Bienvenida; siguen Manolete y Pepe Luis; torean su primera feria Pepín Martín Vázquez y Carlos Arruza. Manolete arrasa en este año en sus cuatro participaciones, pero el Ciclón venido de México llamado Carlos Arruza no queda atrás y está entregado en todas sus actuaciones. Pero los aficionados de Sevilla descubren a un chiquillo de la saga familiar de Martín Vázquez, de nombre Pepín, que encandila a todos. Fue un año inolvidable, que según las crónicas tendría continuidad en julio cuando Armillita le cortó las orejas y el rabo a un toro de Contreras.
Nuevos toreros en 1946. El mexicano Alfonso El Calesero torea con Gallito y el Yoni la de Domingo de Pascua. Pepín Martín Vázquez ha entrado en el corazón de los sevillanos. Pepe Luis es santo y seña. El cartel de la corrida de Miura es un ejemplo: Juanito Belmonte, Pepe Luis y Pepín Martín Vázquez. Manolete se queda en América. Pepe Luis inmortaliza a un toro de Núñez el 27 de abril, pero Juanito Belmonte se supera en la Miura.
La de 1947 fue una temporada cruenta. En pleno verano un toro de Miura acabó con la vida de Manolete en Linares. La Feria de Sevilla también tuvo percances, como el del picador José Márquez, Julio Pérez El Vito, que toreó como matador de toros en dos corridas, la grave cornada de Gitanillo de Triana en la Miura o la del peón Luis Morales el 22 d abril. Los más destacados fueron Parrita, muy en estilo de Manolete, y Pepín Martín Vázquez, que fue el gran triunfador.
Tras la muerte de Manolete, la fiesta queda algo tocada, pero se recupera pronto. En la Feria de 1848 ya torean Antonio Bienvenida, Luis Miguel, Pepe Dominguín, El Choni, además de Pepe Luis, El Andaluz, Parrita y Gitanillo de Triana. Entre todas las faena, una de Pepe Luis a un toro de Villamarta marcó la cima de la Feria en la fecha del 25 de abril. En la corrida del Corpus de ese año tomó la alternativa Manolo González de manos de Pepe Luis. En las novilladas antes de la Feria, Sevilla creyó vivir un sueño. Un joven llamado Frasquito era similar a Manolete. Fue una convulsión, más bien un fugaz destello que duró muy poco.
De nuevo es Pepe Luis quien triunfa en 1949 en Sevilla. Aún torea Chicuelo, hay carteles con Pepe Luis, Luis Miguel y Manolo González, destaca el portugués Manolo dos Santos, y completan cartelería Pepín, Bienvenida y El Andaluz. Además de Pepe Luis, el triunfo de Luis Miguel, que el día 30 de abril corta dos orejas a la corrida de Cobaleda. Ese año torearon por última vez en Sevilla Chicuelo, Pepín y Gitanillo de Triana.
Para Sevilla fueron años cruciales. El duende de esta tierra se expresó en Pepe Luis, pero otros como Pepín Martín Vázquez, que por culpa de una cornada vio truncada su carrera, o Manolo González, torero artista y valiente, conformaron el triunvirato de matadores de estilo sevillano. El futuro de la década de los cincuenta aportaría otros toreros, nuevos estilos, pero justo es dejar patente que Pepe Luis ha sido uno de los mejores toreros de la historia, dotado de una gracia singular y una clase única. Casi llega a competir con Manolete, aunque era algo casi imposible. Para Sevilla, Pepe Luis ha sido su torero más emblemático. De Gallito y Belmonte a Pepe Luis, de éste a Curro. Pero ésa es otra historia.