LSimón_Cayetano_mamoamanoEl mano a mano que abrió el año 2007 fue el número 41 de la serie. Es decir, es una cita consolidada en la panorámica cultural y taurina sevillana. No es fácil reunir personajes de tirón, bien por el ámbito torero, bien por el ámbito social. A veces manda el torero; otras, manda el personaje. Y muchas veces hay que hacer un esfuerzo titánico para que los protagonistas sintonicen. López Simón, torero todavía emergente, se hizo acompañar de un mediático Cayetano Martínez de Irujo, que concitó a medios del corazón, lo que al toreo siempre le viene bien.

López Simón y Cayetano son amigos, del Atlético de Madrid y parecen seres sencillos y algo tímidos. El triunfo de José Enrique Moreno fue conducirlos por terrenos de aparente conexión entre ambos. Ahí surgió el esfuerzo como camino para el éxito, la soledad como acompañante eterna de lo bueno y lo malo, los animales como seres amigos y nobles, la amistad como resorte humano indispensable…

Y así fue pasando el mano a mano. Logró mantener la atención de auditorio. Cayetano habló de su madre, de Sevilla, de la hípica, de su enfermedad, de todo lo que se le propuso. Alberto López Simón recordó los tiempos en el ostracismo, los sueños, los amigos que siempre están en su sitio, la lucha mantenida, el presente y el futuro.

Al final, mano a mano resuelto con suficiencia, algo que no parecía fácil. Y todo sigue viento en popa. El torero y la cultura siguen triunfando en Cajasol.

A %d blogueros les gusta esto: