Carlos Crivell

José Tomás y Miguel Ángel Perera son noticia con relación en su participación en la próxima edición de la Feria de Abril de Sevilla. Ambos pueden tener dificultades para torear en Sevilla, aunque ambos con matices muy diferentes. El apoderado de Tomás ha hecho unas declaraciones desde México que resultan, como mínimo, sorprendentes. Dice Boix que las negociaciones están encalladas, que el problema es de ganado y que no se ha hablado de dinero. Admite que los problemas de fecha se pueden resolver, algo que es una excelente noticia porque se pensaba que con el tema de la televisión su presencia era poco menos que imposible.

Afirma que hay más inconvenientes con los toros. Habla de algún contencioso de la empresa con alguna ganadería y no hace falta ser muy listo para entender que se refiere a Núñez del Cuvillo, una divisa que no está incluida en el abono sevillano. Y concluye que de dinero no se ha hablado. Es decir, que el problema actual para que José Tomás actúe en la Maestranza es el ganado. Las fechas, dice Boix, pueden arreglarse. De dinero, ni se ha hablado. El problema es el ganado y, según se infiere, el encallamiento es porque no puede torear una corrida de Núñez del Cuvillo en Sevilla.

Es un disparate que de alguna forma habrá aliviado a la empresa Pagés. Son unas declaraciones que habrán dejado tranquilos a Eduardo Canorea y Ramón Valencia. Todo esto supone que ha habido conversaciones, que las fechas no suponen ningún escollo y lo que pasa es que José Tomás no quiere lidiar ninguna de las muchas corridas señaladas por la empresa para la Feria de Sevilla, entre las que las hay de diverso pelaje, desde Victorino a Miura, de Peñajara a Puerto de San Lorenzo y de Jandilla a Zalduendo.

José Tomás no se arregla con Sevilla porque alguna ganadería tiene un contencioso con la empresa. Si esto que ha comentado Boix es así, el petardo ha sido enorme. La empresa queda más que salvada. Tomás se quedaría fuera de los carteles porque en la nómina de divisas no hay ninguna ganadería adecuada para su categoría torera. Quiere precisamente la que se sabe desde diciembre que no acudirá a la cita sevillana. Es decir, pide lo imposible, que es una forma habitual de quitarse del cartel.

El caso de Perera es diferente. Según ha trascendido, a estas alturas no ha habido ningún contacto de la empresa con su apoderado, Fernando Cepeda. La cosa tiene importancia si ya habido otras negociaciones, porque nadie puede poner en duda que Perera es el gran triunfador de 2008 en España y uno de los que destacó en la pobre Feria de Abril de 2008. El problema surge cuando el torero reclama el Domingo de Resurrección. Dice que es la fecha para los triunfadores de la temporada, pero ahí se equivoca.

En Sevilla, el cartel del Domingo de Pascua ha estado siempre reservado para conformar un cartel con muchos aires de sevillanía. En ocasiones se ha incluido al triunfador y otras, no. Perera hace bien en reclamar un puesto en el cartel, aunque la segura presencia de los sevillanos más ilustres del momento, Morante y El Cid, le quita muchas posibilidades. Porque nadie podrá oponerse a la presencia de Manzanares, triunfador absoluto de la pasada edición.

Es bueno el enfado de Perera; es sospechosa la tardanza de la empresa en contactar con su apoderado y ahora todo avoca a una contratación complicada. Si el extremeño no aparece en el cartel del Domingo de Pascua exigirá mucho para torear en la Maestranza, un lado por el que la cuerda puede romperse. En este caso la empresa tendrá menos defensas. Si con las exigencias de los “cuvillos” por José Tomás lo tiene fácil, si Perera se queda fuera de las combinaciones todo será más difícil. Y por supuesto, la ausencia de ambos descapitalizaría de forma notable el ciclo sevillano. Las críticas serían muy fuertes y a la empresa Pagés no le interesan muchas críticas de antemano después del fracaso de temporada de 2008, ya por el resultado general de los festejos, ya por las suspensiones en cadena que dañaron notablemente la imagen de la Maestranza.

El golpe de efecto del mano a mano de Morante y El Cid no puede tapar el conjunto de unos carteles en los que la afición anhela y suspira porque aparezcan tanto José Tomás como el resto de figuras del escalafón. En definitiva, que con toda seguridad la empresa tendrá que hacer un gran esfuerzo por contratar a Perera, aunque no le incluya en la corrida del Domingo de Resurrección. O bien cambia el cartel que actualmente tiene previsto con los dos sevillanos y Manzanares, como se lo prometieron en su día al apoderado del alicantino, Toño Matilla. En conclusión, que el apoderado de Tomás le echado un cable a la empresa de Sevilla y que ésta debe acelerar la contratación de Perera, porque su ausencia no sería bien entendida por nadie.

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