La corrida de Cebada Gago fue mala sin excusas: ni fuerza ni bravura. El sexto fue noble. Bien Curro Díaz con dos estocadas soberbias. Nada pudo hacer Robleño y Fernando Cruz debió estar mucho mejor con el sexto.

Seis toros de Cebada Gago, terciados, con mal genio y limpios de pitones. Absolutamente descastados y, en general, con peligro. Algunos blandearon y rozaron la invalidez. El sexto, el menos malo y más toreable.
Curro Díaz: ovación (estocada) y ovación que recoge desde el tercio (gran estocada). Fernando Robleño: silencio (dos pinchazos, bajonazo y descabello) y silencio (pinchazo y el toro se echa). Fernando Cruz: silencio (pinchazo y estocada defectuosa) y vuelta al ruedo (pinchazo y estocada).

Plaza de La Maestranza, sexta de abono, tres cuartos en tarde agradable.