La Feria de Abril de 2008 ha quedado marcada por el mal juego del ganado, la lluvia que obligó a suspender tres corridas de toros y el escándalo de la suspensión de la corrida del jueves 10 de abril, que acabó con la destitución del presidente Antonio Pulido. También ha habido noticias positivas, como la confirmación de dos jóvenes como clara alternativa de futuro: Manzanares y Perera. Tampoco conviene olvidar el triunfo del rejoneador Diego Ventura y la emocionante corrida de Victorino Martín en la fecha de la despedida de Pepín Liria.

El capítulo más negativo de esta Feria ha sido el juego del ganado. Las previsiones eran de incertidumbre por la apuesta de la empresa por las divisas de Juan Pedro Domecq y Zalduendo para repetir en dos tardes, que junto a la de Parladé, también de la familia de Juan Pedro, conformaban una presencia a priori excesiva.

Las ganaderías consideradas como toristas fracasaron, salvo la de Victorino Martín. Cebada Gago, Cuadri y Miura lidiaron encierros carente de lo que es más característico de estas ganaderías: la casta. La de Palha fue la única que se salvó, sobre todo porque hubo un par de astados, primero y quinto, de buena nota.

La de Victorino Martín fue una corrida emocionante, favorecida por una terna que entendió la corrida y la lució de forma espléndida. Los toros cuarto y quinto, de nombre Gallareto y Melonito, fueron encastados. Se premió con la vuelta al segundo de ellos, aunque el que la mereció fue el que sirvió para la despedida de Pepín Liria de la Maestranza. Es cierto que hubo toros mansos, pero el conjunto fue importante y la casta fue la nota común de la corrida.

De las ganaderías más agradables se puede hacer una excepción en la de El Ventorrillo, en la que hubo dos toros mejores y el resto careció de raza. Tampoco fue completa la de Torrealta, en la que el lote completo de Javier Conde fue manejable. Las corridas de Valdefresno, Parladé y las dos de Juan Pedro fueron malas de solemnidad. Ni casta brava ni fuerzas. La del sábado de farolillos de Torrestrella, manejable sin que sus matadores estuvieran a la altura debida. No se lidiaron encierros como el de Puerto de San Lorenzo, Zalduendo y Alcurrucén.

Manzanares y Perera

José María Manzanares ha sido el triunfador de la Feria con las tres orejas cortadas. Logró una de un toro de El Ventorrillo y las dos del único de Juan Pedro que se dejó torear. La faena del alicantino en la corrida del lunes, cuando ya la lluvia anunciaba el desastre que se avecinaba, fue simplemente majestuosa. Manzanares ha confirmado que tiene en su toreo las mejores esencias del buen arte.

También ha sido una buena feria para Miguel ángel Perera, autor de la faena de naturales más profundos y por los que cortó las dos orejas a un buen toro de El Ventorrillo.

Ha pasado con buen a nota El Juli, magistral en todo momento; Antonio Ferrera, que toreó a placer a Melonito; El Fundi, dos tardes con su poderío y una estocada sensacional a un toro de Palha, y Pepín Liria, que se despidió de Sevilla como un héroe en la corrida de Victorino. Cortó una oreja, pero debió llevarse las dos. Ganó su enésima batalla en Sevilla. Y no hay que olvidar a Javier Valverde que cortó una oreja en la mala corrida de Miura.

Cumplieron algunos toreros como Luis Bolívar, Sánchez Vara, Fernando Cruz, Juan José Padilla, Luis Vilches, Curro Díaz, El Fandi

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