Pablo Aguado. Foto: Eduardo Porcuna

La corrida de la Primavera de Morón se planteó como la de la vuelta de Jesulín. Estaba anunciado Enrique Ponce, que por su grave lesión no pudo acudir, pero la sustitución por Pablo Aguado provocó la noticia de la tarde. Aguado toreó de forma primorosa al sexto y logró su indulto. El tercero, Cayetano, cumplió su papel. Al final, todos a hombros on un nombre en la boca: Pablo Aguado.

Plaza de Morón de la Frontera. Seis toros de El Torero, desigualmente presentados. El primero resultó tan noble cómo flojo; tuvo clase el segundo; muchas dificultades el tercero; ninguna calidad el cuarto; resultó bravo el quinto, que recibió la vuelta al ruedo póstuma e importante, por bravura, repetición y durabilidad el sexto, de nombre ‘Toledano’, que fue indultado.

Jesulín de Ubrique, de blanco y oro: dos orejas y ovación tras aviso.

Cayetano, de tabaco y oro: oreja y dos orejas

Pablo Aguado, de azul y oro,  que sustituía a Enrique Ponce: ovación y dos orejas y rabo simbólicos.

La plaza registró casi tres cuartos de entrada en tarde muy ventosa.

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