DonostiLuis Carlos Peris.- Pasó el día más importante de la temporada taurina si es que la importancia puede medirse por la cantidad de festejos que se da en el día de la Virgen de Agosto. Es el día de la Patrona de casi todos los pueblos de España y también ese día en que, antaño, el torero que no se vestía de luces podía ir pensando en otra cosa. Un montón de corridas con la gran noticia de cómo al conjuro de José Tomás se llena Illumbe todas las tardes de su Semana Grande. Paralelamente, su Ayuntamiento mira para otra parte y convoca un referéndum para otoño con el fin de cargarse la Fiesta. ¿No hay mejor referéndum que una plaza llena? ¿No merecen respeto y consideración los aficionados a una fiesta secular y de honda raigambre? Les da igual a estos mandarines que con tal de agarrarse a la mamela son capaces de ponerle una vela a Dios y otra al Diablo, según en qué sitios.

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