Aguado_Olivenza

Natural de Pablo Aguado (Foto: González Arjona para Aplausos)

Carlos Crivell.– La novillada de apertura de la feria de Olivenza fue una buena prueba para valorar a los tres novilleros anunciados. Los utreros de El Parralejo, muy pobres de presencia, flojos en general y nobles, permitieron expresarse a la terna.

El balance final es que uno solo se acuerda de la calidad del toreo de Pablo Aguado al cuarto. Faena de intensidad en cada muletazo, de trazo precioso, sentido y bien expresado. Se pudo apreciar a un torero hecho en su física y en sus maneras. Estaba claro que la alternativa en abril era lo mejor. Ahora navegará un año por el escalafón inferior matando novillos, cuando su fondo pide el toro. De todas formas, en estas novilladas que tiene por delante, si Aguado torea como lo hizo en Olivenza podrá forjarse como un torero de futuro envidiable entre los artistas, aunque también demostró que si es preciso irse a portagayola, también se va. Es decir, que sabe torear y no escatima el gesto de valor si es necesario.

Muy espeso y corriente de maneras el mexicano Leo Valadez, con el oficio bien aprendido, pero eso ya se suponía. Ahora se le exige que toree mejor. Lo mejor, el quite por zapopinas al quinto, que le salió bordado.

Con la inmadurez propia de su escaso bagaje, el madrileño Toñete gustó por su entrega y superación después de una voltereta tremenda. Se atisban muchas ganas, intenta siempre torear por abajo, pero necesita buscar su propio sello. Está verde y habrá que esperarlo

Olivenza (Badajoz), viernes 3 de marzo de 2017. 1ª de la Feria de marzo. Novillos de El Parralejo, justos de presencia, flojos y nobles. Pablo Aguado, ovación con saludos y oreja; Leo Valadez, silencio tras aviso y palmas; Toñete, oreja y palmas. Entrada: Menos de media plaza. El comienzo se retrasó media hora por las malas condiciones meteorológicas.

A %d blogueros les gusta esto: