PerisLuis Carlos Peris.– Comoquiera que en su momento, cuando mi primera denuncia sobre la abolición del premio taurino del Ayuntamiento, fui desmentido, con el año 2015 ya en la memoria creo oportuno dar por consumado el hecho. Como a cencerros tapados, con el silencio administrativo por bandera, Juan Espadas ha abolido ese premio que se ha quedado en Pepe Luis y Curro, como si no hubiera más motivos de premio en el mundo taurino según Sevilla. Me cuentan los que entienden de la cosa que Espartaco estaba en la parrilla de salida para lograrlo tras su hermoso gesto de descolgar el chispeante y así salvar los muebles de la Feria. Ya no existe dicho premio por mucho que el alcalde niegue la mayor y ha tenido que ser un gobierno socialista el que entierre dicho galardón proclamándose tácitamente antitaurino. Y lo ha hecho en Sevilla, con lo que el toreo significa en Sevilla.

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