El Juli. Reportaje gráfico de Rocío de la Oliva

Rocío de la Oliva.– Con un lleno en la Plaza de Toros de Sanlúcar de Barrameda, se celebró el domingo 28 de mayo una corrida de toros en la que se lidiaron reses de Zalduendo para Morante de la Puebla, Julián López “El Juli” y Roca Rey.

Morante de la Puebla

El de la Puebla toreó a su primero por ambos pitones, pero al natural interpretó el toreo al ralentí en dos buenas tandas de cinco naturales cada una. El toro estaba flojo pero el diestro lo acompañó muy bien entonado. En el epílogo de la faena se adornó con detallitos de la casa, trincherazos y dos molinetes especiales para rematar con tres ayudados por alto. Estocada sin puntilla y muy mal el presidente por no atender a la petición mayoritaria.
Con el cuarto de la tarde no tuvo opciones Morante puesto que el toro se vino abajo a las primeras de cambio. Pitos para ambos.
Tomó Morante con mucho interés al sobrero y fundamentó la faena sobre la mano derecha ante un animal que daba tornillazos y carecía de las condiciones que precisa el toreo del de la Puebla. Lo mató de una buena estocada y cortó una oreja.

El Juli recibió al segundo de la tarde por verónicas y lo quitó con chicuelinas ajustadísimas. Comenzó la faena sobre la mano derecha en hondos y largos derechazos después de que el usía hubiera cambiado el tercio con tres palos. El trasteo templado volvió loca a la gente y formó un lío gordo. Dos orejas después de que el toro rodase sin puntilla.

Ante el quinto se abrió de capa como en el anterior pero con menos sentimiento y saludó en banderillas José María Soler. La faena esta vez sobre la mano izquierda para torearlo al natural de forma kilométrica y poner la plaza en pie. El toro perdía las manos y el diestro supo medirle muy bien los tiempos y torearlo con la mano baja. En ese momento se empezó a notar en la plaza que buscaba el indulto, con la gente como loca en los tendidos y la faena larguísima continuando en el ruedo con la música sonando. Pese a que el toro quedó inédito en varas, con apenas un picotazo señalado, el presidente concedió el indulto sacando en un primer momento el pañuelo verde, cambiándolo por el naranja cuando desde el callejón le advirtieron del error mientras muchos espectadores tocaban palmas por bulerías al matador. Y es que para subir a un palco hay que estar muy preparado porque es una responsabilidad enorme. Recibió el diestro las dos orejas y el rabo simbólicamente.

Roca Rey

El Juli, Roca Rey y el mayoral de Zalduendo, a hombros

Roca Rey comenzó la faena a su primero con sus habituales estatuarios para después pegarse el consabido arrimón. Destacó su manera de interpretar el pase de las flores y sus manoletinas finales. Lo mató de un bajonazo después de pinchar y fue premiado con una oreja. El peruano recibió al sexto de lidia ordinaria de rodillas y al hilo de las tablas, quitando de modo variado por chicuelinas y tafalleras. El toro colocaba bien la cara pero tenía menos fuerza que un mosquito, aunque nada de esto fue óbice para que la gente mostrara que estaba con él. Por la izquierda el animal se desplazaba algo mejor y también lo probó por la derecha. Estocada y dos orejas.

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