MANUEL JESÚS. Ya había triunfado en su primera tarde, pero la de ayer ha sido la consagración de un excelente picador. Manuel Jesús Ruiz Román se sintió torero y realizó la suerte en el quinto de manera excepcional. El hermano de Espartaco se llevó una de las ovaciones de la tarde por la forma de citar y la picar en el sitio donde deben picarse los toros.
LÁGRIMAS DE TORERO. Cuando Esaú Fernández mostró la oreja del toro de la alternativa, su rostro estaba lleno de lágrimas. Le pudo la emoción al nuevo matador de toros, que había brindado a su padre la muerte de ‘Portillo’.
EL OLIVO. No les gusta a los toreros que se diga que han tomado el olivo cuando saltan la barrera. Pero es una expresión muy taurina. Morante quiso tomarlo en su primer toro y se quedó clavado contra la barrera. También saltaron otros, como el banderillero Pirri.
EL BOTIJO DE MORANTE. Morante es de los pocos toreros que lleva un botijo a la plaza de toros, en lugar de las botellas de plástico. Son detalles que mantienen la fiesta de siempre.
LAS MULILLAS. De nuevo se escaparon las mulillas antes de enganchar a un toro. Es la tercera vez que ocurre en la Feria. Es como si las mulas estuviera más nerviosas que nunca.
LAS CUADRILLAS. Salvo la gran tarde de Manuel Jesús Ruiz Román, las cuadrillas no anduvieron finas. A caballo abundaron los puyazos malos. Entre los banderilleros, voluntad en Isaac Mesa e Ignacio González, cumplidor Boni y poco más en una tarde que no pasará a la historia, salvo para el hermano menor de Espartaco.