Luque_Sevilla2016ARJJuan Manuel Pérez Alarcón.- Desolador ver una corrida de lunes de pescaito con media plaza escasa lo que evidencia muchas cosas: que el cartel no ha calado en el público, y que existe una considerable disminuición del abono. Una realidad muy negativa para Sevilla. Y sí a eso le unimos que la tarde de ayer era poco propicia para el público, primero, por el viento, huracanado a veces, y segundo, por un frio que invadían los tendidos, hizo que la tarde ya empezara cuesta arriba. Una pena porque el cartel tenía sus alicientes, sobre todo al comprobar que la ganadería de Daniel Ruiz vino con los deberes hechos, y enlotó una corrida muy seria, de excelente presentación, y que dio un juego muy aceptable. 2º, 3º y 4º – éste último de nota – fueron bravos, con nobleza y tuvieron elementos para que las orejas hubieran sido cortadas. Puedo decir que los toreros, todos, estuvieron por debajo de los toros.

Manuel Jesús «El Cid» con su primero estuvo voluntarioso con un animal que le faltó transmisión y fondo para embestir. El viento molestó mucho y el de Salteras tampoco apostaba mucho por el de Daniel Ruiz.

Con el toro que cerraba su particular feria, prestó atención a una colada por el pitón izquierdo. Ya vinieron las dudas. Se le midió algo en el castigo. Brindó al público, y el toro galopaba con tranco y haciendo el avión. Las tandas iniciales tuvieron poca regularidad. El toro embestía con franqueza y tuvo bravura en sus embestidas. El sevillano nunca se llegó a acoplar con el, y sus series pecaron de rapidez y falta de ajuste. Lo mejor los pases de pecho. Al natural, el viento le molesto mucho. El animal terminó rajándose y el torero nada hizo por evitarlo. Con la espada mal, y una división de opiniones en el ambiente y aplausos para el toro en el arrastre.

David Mora reaparecía en Sevilla tras su grave lesión, y lo hizo con un primer toro que se movió en los primeros tercios. Buen saludo capotero con verónicas muy ajustadas y sentidas y una media de excelente trazo. Tomó un buen tercio de varas. En banderillas obligaron a saludar a Ángel Otero tras un eficaz tercio de banderillas. Brindó la faena de muleta al público sevillano y para el fueron los primeros olés de la tarde, por dos series con la mano derecha que tuvieron mucha plasticidad y desmayo. El viento también molesto y las embestidas del toro por el pitón izquierdo tuvieron eco en el tendido. Noble y repetidor el toro, con fijeza en el engaño Mora le dejó respirar entre tanda y tanda y lo mejor sus pases templados al natural. No alargó la faena y se fue a por el estoque, cuando a lo mejor debería haber apostado por ese toro. Con la espada mal.

De carácter protestón de salida el segundo de su lote, sin clase y sin fijarse en la capa de Mora. Sosa embestida que le faltó acometer con más frescura ante un toro que se apagó muy pronto.

Daniel Luque anduvo con el primero peleándose con el viento. Se le vio concentrado y dispuesto de salida pero le faltaba al toro un poco de alegría. Noble el toro en la muleta, pero tal vez, cierta sosería en el animal, y en le torero, terminó por imponerse en la lidia y dinamitar las esperanzas de éxito. Excelente estocada que le motivó una cálida ovación.

Con el que cerraba la tarde, Luque se esforzó en torear con el capote pero el toro no andaba por meter la cabeza con bravura. Tuvo algo de genio en los primeros tercios y esperó algo en banderillas. Gran tercio de los Hermanos Neiro que se desmonteraron. Luque puso mucha voluntad y oficio ante un animal que le costaba algo embestir. El de Gerena tanteó en series templadas por la derecha cambiar el rumbo del toro, pero el viento, por una parte, y la mala poca raza del toro, terminaron por aburrir al entorno, no sin antes pegarse un arrimón entre los pitones para justificar su tarde.

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