LA SOLANERA. La mansedumbre de la corrida propició que algunos toros, como quinto y sexto, se lidiaran en el sol. En la tarde de ayer esa parte de la plaza fue feliz y vibró con Cayetano y Luque. Especialmente, se entusiasmó al ver de cerca a Cayetano, que definitivamente lleva a los cosos a un público especial dispuesto al aplauso.
EL NÚMERO DE CAYETANO. El hijo de Paquirri se exhibió en el quinto. Cuando el animal se fue al sol, mientras las cuadrillas trataban de llevarlo a otro terreno, el espada se sentó en el estribo. El número acabó con la forma de quitarse las zapatillas, algo que se entiende cuando el piso está mojado. Todo contribuye a mantener su imagen mediática.
LAS MULILLAS. Lo que faltaba en Sevilla. Las mulillas remolonearon en el primero para que el tiempo del arrastre se prolongara y así dar tiempo a que aumentara la petición de oreja, como en un pueblo cualquiera. Esa actitud fue muy ostensible en el que abrió plaza. Cabe esperar una llamada de advertencia seria.
PETARDO MUSICAL. La banda llevaba una feria digna, pero ayer se desmadró. Si ya en el primero no había motivos para amenizar la faena, el petardo llegó en el sexto, ya que se arrancaron cuando Daniel Luque cambiaba la espada simulada por la de acero.
LAS CUADRILLAS. Saludó Alcalareño en el primero de la tarde. Destacó con el capote Antonio Manuel Punta en la lidia del sexto. Gran par de Fernando Pérez, tercero de Cayetano, al quinto. De los picadores, nada en la tarde de ayer. Se esperaba a Manuel Jesús Ruiz Román, pero ayer no pudo lucirse con la Torrehandilla.

Foto: Álvaro Pastor Torres