La plaza registró una entrada inferior a la esperada en un martes de farolillos. Cerca de tres cuartos de entrada. Duró dos horas y media, pero no se hizo pesada porque hubo emoción en toros y toreros.

ALTO NIVEL DE CUADRILLAS. La corrida de Victorino suele tener mucho que torear por parte de las cuadrillas. En esta corrida hubo un buen nivel en las de ambos diestros. En el tercio de varas, el mejor fue Pepe Aguado en el tercero. Movió el caballo, levantó el palo y picó en lo alto. El toro, bravo, ayudó a la belleza de la suerte. Pusieron buenos pares Jarocho en el primero, Félix Rodríguez en el cuarto y, muy especialmente, El Chano en el sexto, lo que le obligó a saludar montera en mano junto a Víctor Manuel Martínez. Buena lidia de Jarocho y Miguel Martín. Fue una buena tarde para las cuadrillas.

FERNÁNDEZ PINEDA. Vestido de azul marino y oro, Fernández Pineda actuó de sobresaliente. En el toro cuarto, David Mora le permitió hacer un quite, lo que hizo con dignidad y buen aire por verónicas. El torero sevillano tomó la alternativa en una Feria de Abril.

TOROS APLAUDIDOS. En la corrida de ayer, algunos toros fueron aplaudidos de salida por su bonita y rematada presentación. La afición estaba deseando resarcirse de las jornadas pasadas en las que la falta de trapío había tomado la palza. La afción es sabia.

ALGUACILILLOS. Los hermanos Zulueta se encargan del orden en el callejón. Lo hacen bien, aunque a veces deben estar atentos a quienes se apoyan en las tablas.
 

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