Sevilla (Sevillatoro).- En la tercera del abono hubo un triunfador abdoluto: El Fundi, que cortó una oreja al cuarto por una soberena estocada, de las que sólo se cortan en plazas tan entendidas como Sevilla. La corrida de Palha, por debajo de los esperado, aunque el primero y el quinto salvaron el honor del ganadero. Jesulí se vio superado por la ocasión y Bolívar no se acopló con el terecro y se arrimó en el sexto. Domingo Navarro, tercero de Luis Bolívar, hizo un quite de peligro enorme a El Jeringa en el sexto.

Palha / El Fundi, Jesuli de Torrecera y Luis Bolívar
Seis toros de Palha, correctos de presencia y de juego desigual. Encastados, primero y quinto, éste bravo y con calidad. El resto, flojos y descastados. Todos, interesantes.
El Fundi: pinchazo hondo y descabello (vuelta tras aviso) y gran estocada (una oreja). Jesuli de Torrecera: dos pinchazos y estocada (silencio) yestocada perpendicular y descabello (silencio). Luis Bolívar: pinchazo media y descabello (silencio) y metisaca, pinchazo y estocada (palmas).
Plaza de la Maestranza, 29 de marzo. 3ª de abono. Más de media plaza. Saludó Domingo Navarro por un gran quite de peligro a El Jeringa en el sexto.

CARLOS CRIVELL

La Maestranza puso su prestigio en el sitio de la verdad. La oreja que cortó El Fundi en el cuarto es de las que engrandecen a la Fiesta de los toros. Sólo una afición muy vieja y sabia reacciona como lo hizo ante una rotunda exhibición de la mejor tauromaquia.

En un alarde más de sabiduría, el coso sevillano obligó a saludar al tercero Domingo Navarro después de un soberano quite de peligro a un compañero. En esta corrida de toros se han apuntado dos nombres para premios: El Fundi, matador de toros, y Domingo Navarro, torero.

Era día de toros, la corrida de Palha llegaba a Sevilla y hubo de todo. Desde el encastado primero al soso que cerró el festejo, pasando por el bravo y noble que se corrió en quinto lugar. El primero y el quinto salvaron el honor de la divisa, aunque la corrida no fue para tirar cohetes. Tal vez se pueda esgrimir que fue bastante mal lidiada en general, mal endémico que corroe al toreo. Los astados no se pusieron en suerte de forma adecuada y recibieron capotazos a diestro y siniestro.

El Fundi conquistó la Maestranza en sus dos toros. Al final de la lidia del muy descastado cuarto, cuando el madrileño paseaba la oreja, estaba recibiendo el calor de una afición que se quedó con ganas de premiarlo por su labor en el que abrió plaza. Ese toro se vino arriba en banderillas