Buenos novillos y triunfo de Fuentes en la tercera novillada de promoción de julio en Sevilla. Destacó el oficio de Fuentes, que ganó las orejas con la espada.En novillero, el añgabeño Juan Moreno, que perdió trofeos por la espada y gris Martín Carmona.  

Ganadería Marqués de Domecq / Martín Carmona, Juan Moreno y José Ángel Fuentes.

Plaza de toros de Sevilla, 14 de julio de 2011. 3ª novillada de promoción. Más de media plaza. Seis erales del Marqués de Domecq, correctos de presencia, encastados y de buen juego en general. Destacaron segundo, tercero y sexto. Juan Moreno fue atendido en la enfermería de "contusión y varetazo corrido en pared costal izquierda. Se practica cura y se aconseja estudio radiológico. Pronóstico leve. No le impide continuar la lidia".  Destacó el banderillero Alejandro Romero
Martín Carmona, de corinto y oro, silencio y silencio.
Juan Moreno, de blanco y oro, silencio tras aviso y saludos tras aviso.
José Ángel Fuentes, de grana y oro, una oreja y una oreja.

Carlos Crivell.-Sevilla

La Maestranza cambia su fisonomía en estas novilladas nocturna de noveles. Las familias acuden a pasar una noche de toros y se llevan sus comidas como en cualquier plaza con merienda. Es otra Maestranza. No está claro si la gente acude a comer y, de camino, ve los toros o viceversa. Sea como fuere, es una plaza distinta, acogedora, festiva y permisiva con los aspirantes.

La novillada del Marqués de Domecq desarrolló casta y se movió para que cada uno de los jóvenes anunciados pudiera expresar sus condiciones toreras. Hubo de todo, desde el afán novilleril en estado puro del chaval de La Algaba, al buen oficio del que llegó de tierras granadinas, pasando por los apuntes de cierta calidad sin concretar del aspirante del barrio de Amate. No se pueden quejar de los erales, embistieron hasta el final con el motor a tope.

El que se llevó los premios fue José Ángel Fuentes, el más nuevo por edad y el más formado en tauromaquia. El oficio lo conoce de sobras, como se comprobó al verlo ligar los pases, templar las embestidas y rematar con solvencia. Sus dos faenas fueron calcadas. Ambos erales embistieron mucho, pero ello también hay que anotarlo en los méritos del granadino. Sólo cabe decir que le faltó atemperarse, torear más despacio, pero tampoco sus novillos lo hicieron. Se tiró a matar de verdad y dejó dos estocadas contrarias de tanto atracarse. Oreja en ambos como premio a un oficio más que notable.

Todo lo que hizo el algabeño Juan Moreno fue de novillero con hambre de triunfo. Toreó con buen estilo con la capa al segundo. La faena al eralito segundo la basó en la derecha, pitón de mayor clase, y fue un derroche de ganas y coraje torero. Junto a su entrega, algunos detalles de buena técnica al presentar siempre la muleta planchada por delante. El público estuvo algo cicatero al final de su labor.

Para solventar dudas se fue a porta gayola en el quinto, toreó con soltura y manos bajas a la verónica y fue atropellado cuando se hincó de hinojos para rematar sus lances. La paliza dejó al personal con el bocado entre los dientes. Se deshizo de las asistencias para seguir en el ruedo y dar una lección de pundonor en otra faena con esos detalles de buen concepto, mucha entrega y una habilidad muy llamativa, que con la pequeña estatura del chaval le convirtieron el héroe de la noche. Se merecía la oreja pero la espada es su cruz y lo mató de miles de agresiones. Moreno es un muchacho con un coraje torero digno de la mejor suerte.

Abría la terna Martín Carmona, de Amate, que dejó muestras de que quiere torear bien pero que tiene poca experiencia. No fue capaz de meter en su muleta al primero. Le faltó colocarse bien, pero cuando pudo dibujó algún muletazo precioso. Con el cuarto de desfondó del todo. El novillo tenía casta, Carmona quiso torear de nuevo con un estilo clásico, pero todo quedó en el intento. Lo que menos gustó fue que al final de inhibiera de la lidia, anduviera mal colocado y que no entrara en su quite correspondiente en el sexto. A esas alturas, Martín Carmona estaba desmoralizado. Y es una pena, porque parece que sabe torear, aunque su motor es muy limitado

Foto: Álvaro Pastor Torres