Enorme espectáculo el de la Maestranza llena hasta la bandera con una tarde luminosa y calurosa. Todo estaba preparado para una tarde triunfal y la corrida acabó con muy pocas cosas para el recuerdo.

Ovación compartida. Al finalizar el paseíllo, unas tímidas palmas crecieron en intensidad y obligaron a los diestros a salir al tercio a saludar. El gesto serio de ambos delataba la tensión del momento.

Saleri, inédito. El sobresaliente fue Saleri, torero que es habitual en estas corridas. Como también suele suceder, Saleri sólo dio un capotazo en toda la tarde y fue uno de recurso cuando un toro se le vino encima. En alguna ocasión se le deja hacer un quite de arte, pero la corrida de ayer no estaba para ello.

El Boni, maestro de la lidia. El buen banderillero que es El Boni se lució en la lidia del segundo con capotazos precisos y una excelente colocación. Saludó como acostumbra Curro Robles. También destacó un par de Pepín Monge en el sexto. No fue una tarde afortunada para los picadores, que lo hicieron por lo general bastante mal.

Conato de rivalidad. Ocurrió en el cuarto. Morante entró en su turno de quites y lo hizo por delantales. Respondió El Cid con verónicas estimables. Fue el único momento de rivalidad sobre el ruedo.

Cogida de El Cid. Se escapó de milagro el torero de Salteras después de resultar cogido en el sexto. Sufrió un fuerte golpe en la axila y, por fortuna, no le pasó nada grave, aunque lidió a ese astado con evidentes muestras de dolro en su rostro.

Foto: Álvaro Pastor
 

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