Álvaro Pastor Torres.- Plaza de toros de Sevilla. Domingo 17 de junio de 2012. Novillada con picadores fuera de abono. Menos de un cuarto entrada en tarde preveraniega. Gómez del Pilar fue atendido en la enfermería de una herida por asta de toro en región axilar derecha, que se extiende desde vértice de axila en dirección posterior afectando pedÍculo del dorsal ancho y serrato, alcanzando cara interna de omoplato derecho. Se reparan las lesiones musculares, hemostasia de vaso del dorsal ancho, colocación de drenaje y cierre de la piel. Pronóstico: grave". El parte de Pascual Javier señala una fuerte contusión en la región dorso lumbar izquierda con probable fractura de costilla. Es trasladado al hospital para estudio radiológico. Pronóstico: reservado. 

Seis novillos de El Cahoso, muy bien presentados, serios, con plaza, reservones, bajos de casta y peligrosos en general.

Pascual Javier, de grana y oro: dos pinchazos y casi entera perpendicular (silencio). En el que mató por Gómez del Pilar: Golletazo (silencio)

Gómez del Pilar, de azul y oro: cogido por su primero

Tulio Salguero, de vino tinto y azabache: tres pinchazos y descabello (silencio); estocada (silencio); estocada corta (ovación con saludos) y estocada corta tendida (ovación de despedida)

 Las cogidas de Gómez del Pilar y Pascual Javier durante la lidia del segundo marcaron el devenir de una tarde-noche que quedó en una cuasi encerrona del debutante Tulio Salguero. La novillada, muy seria -toda una corrida de toros por peso, trapío y hechuras- dio pocas opciones a la terna.

Pascual Javier poco pudo demostrar con el parado y algo flojo novillo que abrió plaza. Al intentar matar el serio berrendo en colorao que hizo segundo cayó en la cara del animal que se lo llevó por delante con el resultado arriba indicado.

Gómez del Pilar llegó con ganas, se fue a portagayola y esperó una eternidad la parada del cuajado utrero en la misma puerta de toriles. Si la espera se nos hizo eterna a los que estábamos resguardados, no quiero ni pensar lo que debió pasar el novillero. Se sobrepuso y enjaretó unos lances de recibo más que aceptables. Quitó por lopecinas –que suena antibiótico por lo menos- y salió cogido de mala forma y conmocionado. Pero se repuso. A pesar de los insistentes avisos y coladas del novillo lo sacó con regusto fuera de las rayas de picar y no se alivió en ningún momento. Por eso en una tanda de naturales lo cazó el animal y ya en el suelo lo levantó por la axila. Despenó el toro como pudo Pascual Javier, no sin antes caer en la cara del novillo y resultar herido.

Así las cosas, en la lidia del tercero quedó como único espada el extremeño Tulio Salguero que se sobrepuso a las circunstancias y pechó con dignidad la papeleta inesperada. Su primero se le quedaba en la barriga. Faena larga al soso cuatro; porfión con quinto que terminó rajándose, y más animoso en el sexto donde intentó sacar con mucha voluntad fondo de un pozo seco. Mató al primer encuentro en los tres últimos.

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