Carlos Crivell.- La novillada de El Juli puso en bandeja el triunfo a la terna. A unos más que a otros. Con diferente grado de casta, casi todos metieron la cara abajo con fijeza. Novillos para desorejarlos en cualquier tiempo del toreo. El lote del francés Andy Younes fue para consagrarse como figura. El primero, noble y con la raza justa. El cuarto, excelente en todos los tercios. Younes mostró todo su arsenal, que como torero de tiempos modernos incluye muchos pases por la espalda. En lo fundamental, Younes tiene temple. Con el que abrió plaza estuvo bien a secas en una faena periférica: el torero en el centro y el animal girando a un metro a su alrededor. Emoción nula.

El cuarto le puso el triunfo en las manos. Fue un gran novillo, a pesar de que recibió una lidia espantosa. La faena fue buena mientras mantuvo las distancias, otra vez con el temple como fundamento, pero pronto se metió en los terrenos del animal y se embarulló su labor. Podía haber cortado oreja pero el mitin con la espada fue de época.

Alfonso Cadaval tropezó con un novillo con genio en primer lugar. Era necesario mando y temple. Cadaval lo intentó pero no puso corregir los problemas del burel. El quinto fue tardo y con poca clase. El trianero tenía que tirar de una embestida cansina y a media altura. La faena no tomó vuelo. En su descargo, Cadaval lidió el lote más incómodo.

El que mejor sensación dejó fue Carlos Ochoa. Al buen tercero, brindado a El Juli, le hizo una faena de gran entrega en tandas por ambos pitones, pero de mejor remate en los naturales. Fue una labor de torero con acento en su expresión, tal vez con la figura muy encorvada, pero de marcada sinceridad. La estocada muy defectuosa contó a la hora de sacar los pañuelos.

Los pitones del sexto eran virtuales. Dos platanitos. Muy suelto y corretón, Ochoa se la dejó puesta para ligar derechazos. La falta de fijeza del animal obligó al chaval a torear en distintos tercios, pero se mostró como un novillero con ganas de triunfo. No fue posible la unidad, pero hubo buenos muletazos al natural. La espada funcionó mal.

Plaza de toros de Sevilla, 21 de mayo de 2017. Menos de media plaza. Seis novillos de El Freixo, desiguales de presencia, bajaron el 1º y el 3º, así como los pitones del 6º, de buen juego en general. Nobles 1º y 3; excelente el 4º: con genio, el 2º; noble con poco gas, el 5º; manso y corretón, el 6º.

Andy Younes, de carmelita y oro. Estocada perpendicular y cinco descabellos (saludos tras aviso). En el cuarto, pinchazo, estocada enhebrada que asoma, dos pinchazos  y estocada perpendicular (silencio tras aviso).

Alfonso Cadaval, de rioja y oro. Pinchazo y estocada tendida (silencio tras aviso). En el quinto, estocada tendida (saludos con algunas palmas).

Carlos Ochoa, de celeste y oro. Estocada atravesada (vuelta al ruedo tras aviso). En el sexto, pinchazo,  media estocada y dos descabellos (saludos). 

 

A %d blogueros les gusta esto: