12jun-03 - copiaCarlos Crivell.-  Del lote de David de Miranda, el primero fue el novillo de más posibilidades. El del Conde repitió con casta en una faena muy larga del torero de Huelva. David de Miranda le dio una infinidad de muletazos de diversa entidad. En uno de pecho fue cogido, por fortuna sin consecuencias, aunque fue una voltereta muy seria por el tiempo que estuvo en los pitones. Volvió a la cara del novillo para seguir toreando en una faena de metraje excesivo, aunque ciertamente su voluntad fue patente.

El sobrero cuarto salió corretón con claros signos de mansedumbre.  A la muleta embistió descompuesto por ambos pitones. Ahora Miranda estuvo firme y valiente. No era fácil ligar los pases a un novillo que no paró de dar cabezazos. Algunos pases por la izquierda, logrados a base de valor, fueron meritorios. La espada viajó de forma poco precisa. Como remate a su tarde, se lució en un quite variado al sexto. David pide a gritos la alternativa.

El colombiano Juan de Castilla tropezó con un novillo de poco recorrido y que nunca humilló para buscar los engaños. En el caballo sonó el estribo con rotundidad. Se había lucido en un quite por chicuelinas en el primero, con respuesta posterior de Miranda por saltilleras. Su faena fue tesonera, de escaso brillo y de aparente conformismo. Acabó con bernadinas sin causa justificada. Se supone que son pases que deben poner el colofón a una labor brillante.

Con el quinto se mostró más ambicioso. Tampoco fue claro el mansito, que midió las arrancadas y recortó los viajes con peligro. A base de insistir logró algunos naturales de buen corte, hasta que llegó la voltereta. Ahora su porfía fue mayor, se fajó con valor y se justificó con creces.

El portugués Juanito apenas pudo mostrar sus condiciones en el tercero, novillo inválido que debió ser retirado a los corrales. Además de inválido, no embistió nunca por abajo. Juanito se dejó enganchar mucho los trastos. Pinchó en la primera entrada, se echó el del Conde y, en lugar de levantarlo para entrar a matar de nuevo, dejó que el banderillero le recetara el puntillazo. No fue un dechado de ambición su actitud.

El sexto, ensabanao de capa aunque cárdeno en los papeles, se movió con clase en los primeros tercios. Bien lidiado por Cándido Ruiz, llegó alegre al tercio final. En los naturales hubo de todo, algunos buenos y otros enganchados. El novillo tuvo ritmo, Juanito le echó ahora ganas, dibujó algunos naturales largos y templados y la tarde se vino arriba. La espada le dejó sin premio.

Plaza de toros de Sevilla, 12 de junio de 2016. Novillada de abono. Media plaza. Seis novillos del Conde de la Maza, el 4º lidiado como sobrero, bien presentados y de juego variado con predominio de la falta de clase y la mansedumbre. Encastado, el 1º; con la cara alta y a menos, el 2º; inválido, el 3º; muy descompuesto y manso, el sobrero 4º; reservón, el 5º, y con clase y movilidad, el 6º.  Saludó en banderillas Fernando Pereira. Buena brega de Cándido Ruiz y lucido en banderillas Joao Diogo.

David de Miranda, de grana y oro, pinchazo y estocada baja (saludos). En el cuarto, pinchazo y media estocada (saludos).

Juan de Castilla, de blanco y oro, pinchazo, estocada y diez descabellos (silencio tras aviso). En el quinto, pinchazo y estocada (saludos).

Juanito, de celeste y oro, pinchazo y se echa el novillo (silencio). En el sexto, media estocada tendida y estocada corta caída (saludos).

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