diego-urdiales.jpgLuis Carlos Peris.- Nadie en su sano juicio hubiese ni siquiera imaginado que un torero de mucho más allá de nuestros confines iba a ponerse de moda en Sevilla sin haber triunfado en Sevilla. De toda la vida circuló una especie de leyenda por la que se antojaba imposible que un torero de allende Despeñaperros pudiera ser acogido por Sevilla como algo suyo. Pero los caminos del toreo son inescrutables y resulta que después de que Curro Romero mostrase sus complacencias por el riojano Diego Urdiales ha hecho que dicho coletudo se haya colado de rondón en el devocionario hispalense. Y lo ha hecho sin necesidad de haber triunfado en el albero sevillano, hasta es requerido para actos extrataurinos y es esperado con gran expectación en la próxima Feria. Es un torerazo desde la castañeta a las zapatillas, pero si no llega a recibir el aval del, por antonomasia, torero de Sevilla…

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