Peris2LUIS CARLOS PERIS.- Cierre descorazonador el de la temporada en el primer templo de Tauro. La verdad que fue un cierre acorde a cómo discurrió un curso que debería ir al olvido si ese olvido no significase la repetición del bodrio. Esperaba Sevilla la gesta de Lama de Góngora como el último asidero de esperanza para encontrarse con un torero en el que tuvo muchas de sus complacencias. Un torero que abrió una noche la Puerta del Príncipe mediante ese toreo que tuvo en San Bernardo origen y morada. Un toreo que Sevilla espera y con el que creyó citarse en la tarde del Pilar. Pero no fue así, desolada aunque no sorprendida no fue eso lo que halló, sino una sucesión de pases que no era lo que esperaba. No sé si Lama llegará a ser gente en esto, pero o vuelve a beber de la fuente primigenia o Sevilla tendrá que seguir esperando a ese torero que le haga soñar con el arabesco y la gracia.

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