Juan PAlarconJuan Manuel Pérez Alarcón.- Se pueden describir sensaciones poco positivas de lo que he sentido al leer ciertas notas de prensa, y teletipos que anunciaban que dos figuras del toreo no se han “presentado” en Sevilla para recoger dos premios, dos galardones que una Institución de Sevilla le había otorgado. Y esos premios no los entrega una modesta tertulia, o una asociación discreta, o un establecimiento “patrocinado” para el bienestar del personal. Nada de eso. Esos premios llevan más de tres decadas instaurados en el calendario taurino de Sevilla, y su fundador, el  doctor Ramon Vila, que  en recuerdo de su padre los bautizó como los «Premios Doctor Vila Arenas», – cuyo jurado lo compone el equipo médico de la Plaza de Toros de Sevilla -, y se conceden por el «quite providencial» y el «quite artístico», de la pasada Feria de Abril.

El Dr. Vila figura como el  “alma mater” de los citados premios, persona que con su generosidad y esfuerzo dedica un rato de su tiempo libre para fomentar y promocionar la cultura taurina. D. Ramón Vila, que con sus manos y sapiencia médica ha sabido “lidiar” las cornadas más importantes de los profesionales, ha controlado, con maestría y delicadeza, los momentos dificiles en una enfermería, y ha dedicado más de 40 años a ser una persona respetada, y respetable, en el mundo de la medicina.

Como aficionado he sentido dolor, rabia y cierta vergüenza ajena, que dos profesionales del toreo hayan declinado trasladarse a Sevilla para recoger el premio, y hayan demostrado con esa acción un gesto indecoroso y desagradecido con una persona que en otras situaciones –mucho más dolorosas- ofreció su enorme profesionalidad médica para sanar las cornadas que en el año 1999 y 2000 y 2013 sufrieron los “desertores premiados”.

Una actitud caprichosa, indecorosa, egoísta, y con escasa educación hacía los miembros del Jurado,  a la afición de Sevilla, y al principal activo de los «Premios Dr. Vila Arenas», D. Ramón Vila, que no se merecía por su trayectoría, su ejemplarizante labor, y la categoría de reconocido aficionado de Sevilla.

No es justo dar la nota negativa con este tipo de comportamientos, sin fundamento alguno, y dando la espalda a la afición, sobre todo para los que pregonan – con medias verdades –  mediante “comunicados inocuos” un respeto hacía ellos. ¿Y quién le ha faltado el respeto al Dr. Vila?. Pues los mismos que no han tenido ni el detalle y la educación de dar la cara en Sevilla, y recoger un premio que les honraba, y sobre todo respetar la voluntad de un Jurado que les reconocía ese mérito contraído. Ni para recoger un premio vienen a Sevilla….

Yo desde estas líneas quisiera hacerle ese «quite emocional» – al Dr. D. Ramón Vila, persona honorable en el mundo de la Ciencia de la Medicina, en la fiesta de los toros, y en la Ciudad de Sevilla, cuya figura ha sido “ninguneada” – y no respetada – por dos profesionales del toreo. Un feo detalle que no se merecía los miembros del Jurado, ni la sufrida afición taurina de la capital andaluza

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