Luis Carlos Peris.- Personalísima puesta en escena con la sombra de José revoloteando sobre la vertical del acto. Vestido de punta en blanco, con ese look invernal de clara evocación dieciochesca, Morante sorprendía con una decisión que no ha tenido la acogida que pretendía, o pretendería, quién sabe. Noticia estupenda la de su presencia en Sevilla, pero frustración indudable cuando la buena nueva aclara que no será en la Feria, sino en septiembre, con lo que queda para eso. Dicen que la causa principal para que el orfebre cigarrero no esté en abril es la presencia de las cámaras de televisión y eso es algo que no logro entender. Mi incomprensión viene dada por lo bien que da Morante en la pequeña pantalla. No hubo ni hay un solo torero que resista como él la prueba del vídeo. Él sabrá lo que hace, pero debería caer en que la Fiesta no está para lujos como el de su ausencia en abril.

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