Luis Carlos Peris.– Cómo hubieran disfrutado los abuelos viendo al nieto volver a poner al toreo de frente como lo puso este sábado por la tarde en Higuera de la Sierra. Cuentan y no acaban los que estuvieron en la entrañable placita serrana que la cimentación está puesta para que una saga taurina tan gloriosa como la de los Vázquez tenga continuidad, pero cuando me lo contaron se me fueron los recuerdos a sus abuelos. Seguro que desde esa contrabarrera del uno que Manolo y Remedín ocupan en la plaza de la Gloria saltarían de alegría viendo cómo el nieto bordaba el toreo con su primer becerro en público. Una vez dije de su tío Pepeluis con ocasión de una gran actuación mano a mano con Ojeda en El Pino que bendita la rama que al tronco sale. No tengo vocaación de augur, pero como quien tiene el duro puede cambiarlo no será raro que otro Manolo Vázquez le dé lustre a la Fiesta.

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