El festival a beneficio de la Hermandad de los Gitanos de Utrera se saldó con el triunfo de Luis Vilches y Daniel Luque, aunque el frío y la excesiva duración del festejo le quitó brillantez. Además el cante flamenco a destiempo fue una losa mayor para el desarrollo del espectáculo.  

Plaza de toros de Utrera, 27 de febrero de 2011. Festival a beneficio de la Hermandad de los Gitanos de Utrera. Tres cuartos de plaza. Novillos de Sampedro, Fuente Ymbro, Vegahermosa, Manolo González, Peñajara, Laguna Janda y El Parralejo, propios de un festival en cuanto a presentación. Destacó el de Lagunajanda, premiado con la vuelta al ruedo. El festival fue amenizado con el piano flamenco de Dorantes acompañado por cantaores como Arcágel. Se tributó un homenaje al banderillero retirado Curro Molina, al que todos los participantes brindaros sus reses.

Enrique Ponce, una oreja. Finito de Córdoba, saludos tras aviso. Javier Conde, una oreja. Curro Díaz, una oreja. Luis Vilches, dos orejas. Daniel Luque, dos orejas. David Galván, una oreja.

Carlos Crivell.- Utrera (Sevilla)

Utrera volvió a vivir el tradicional festival de los gitanos, ahora en una plaza cómoda y amplia, pero siempre con la plaza vieja del Arrecife en el recuerdo. El nuevo festival se celebró en un día ventoso y frío con algunos detalles que deben cuidarse, como el acompañamiento flamenco por decreto, a veces con varios cantes sin motivo justificado, lo que obligaba a los matadores a seguir toreando sin que existiera el debido lucimiento. El palco se vio forzado a mandar un aviso a Finito, pero bien podía haberlo hecho en todas las reses lidiadas. Por ello fue un festival de difícil digestión por la duración excesiva y por el citado viento frío que dejó los cuerpos helados.

Se rindió homenaje a Curro Molina, retirado de los ruedos por una lesión. Fue un hermoso gesto de la Hermandad de los Gitanos con el buen torero alcalareño. Todos los matadores le brindaron sus novillos.

En materia artística no hay mucho que contar. Lo mejor ocurrió al final. El novillo de Lagunajanda fue bueno y se encontró con Daniel Luque en plenitud de sitio, temple y capacidad para ligar los pases. Se pidió de forma absurda el indulto. Luque mostró su capacidad ante el curso torero que se avecina. También fue buena la faena de Luis Vilches a un novillo de mal estilo de Peñajara, al que enceló con acierto y agallas en una labor muy meritoria. La estocada fue enorme. Y lo mismo puede decirse del novillero David Galván, que ya con la noche cerrada se las entendió con un animal molesto de El Parralejo al que dominó con buena técnica y temple.

Los más veteranos apenas de justificaron. Sin mucha historia Enrique Ponce ante uno de Sampedro, que se partió un pitón y era muy blando, con que hizo una faena sin relieve e interminable. El cante hizo acto de presencia a destiempo y Ponce siguió a lo suyo, es decir a dar pases y más pases. No se quedó atras Finito, que consumió una faena de más de veinte minutos y se molestó porque le mandaron un aviso. Entre miles de dudas, Juan Serrano firmó una tanda mejor con la derecha, pero una faena así no hay quien la soporte. Javier Conde dejó detalles de su estilo ante un novillo blando y noble de Jandilla con el hierro de Vegahermosa. Curro Díaz estuvo intermitente con el de Manolo González. Algunos derechazos tuvieron enjundia y empaque.

Fotos: Arriba, lance de Daniel Luque. Abajo, brindis de Javier Conde a Curro Molina (Álvaro Pastor Torres