A primeras horas de la tarde se ha descubierto en los corrales de la plaza de toros de Sevilla el azulejo que recordará al toro Arrojado, de la ganadería de Núñez del Cuvillo, indultado el pasado 30 de abril por el diestro José María Manzanares.

El acto ha estado presidido por el Fiscal de la Real Maestranza, Santiago León, y han asistido el ganadero, Joaquín Núñez del Cuvillo y su hijo Álvaro; el diestro Manzanares con toda su cuadrilla; el empresario Eduardo Canorea, y el presidente del festejo Julián Salguero.

Descorrió la cortina el propio ganadero. El azulejo está colocado junto al que recuerda el indulto de Laborioso en 1965. Hubo palabras del representante de la Maestranza y del propio ganadero. El primero recordó las virtudes del toro y se sintió orgulloso de este recuerdo histórico. El ganadero, feliz y emocionado, hizo hincapié en las virtudes del indulto.

Posteriormente, los protagonistas se trasladaron hasta la Sala de Estampas y Pinturas del Museo de la Real Maestranza, donde el diestro José María Manzanares hizo entrega del terno que lució la tarde histórica del indulto al real cuerpo. El alicantino ha querido donar el traje turquesa y oro para que quede expuesto y pueda ser visitado por cuantos visiten la Plaza de Toros de Sevilla. El terno se mantiene tal como se lo quitó el torero aquella tarde, incluso con las manchas de sangre propias de la lidia. Es sangre de Arrojado, que sigue vivo en la finca El Grullo.

Manzanares se mostraba encantando con la donación del traje, agradeció a la Maestranza el haber aceptado el regalo. Señaló que es una satisfacción que un terno tan simbólico y especial para él quede expuesto en un lugar tan entrañable para él y para su familia como es la Plaza de Toros de Sevilla.