El matador de toros Eduardo Dávila Miura reaparecerá en Sevilla, de forma excepcional, para matar la corrida del hierro familiar de Miura al cumplirse los 75 años consecutivos de la presencia de esta mítica divisa en la plaza de toros de Sevilla.
En una reunión celebrada en la Venta de Antequera, el torero sorprendió a los presentes al anunciar que “voy a volver los ruedos de forma puntual para lidiar la corrida de Miura en la Feria de Abril”. El torero explicó que “es una idea que tuve hace unos cuatro meses al percatarme de que este año 2015 se cumplen 75 años de la ganadería lidiando de forma consecutiva en Sevilla. Lo hizo en 1940 y el 1941 fue el primer año que lidió con mi abuelo como propietario”.
Eduardo Dávila Miura confirmó que “la empresa Pagés ha aceptado mi ofrecimiento e incluso me ha ofrecido la posibilidad de torear una corrida más en la Feria, pero será solo la de Miura. Será en su fecha habitual del Domingo de la Feria, el día 26 de abril, y con una terna de toreros. La empresa no me ha dicho nada del cartel porque aún no lo tiene confeccionado, pero por mi parte es algo que dejo a los empresarios porque cualquier compañero es ideal para esa tarde”. Añadió 1ue “este anuncio se hace con bastante antelación precisamente para que los empresarios tengan suficiente tiempo para rematar el cartel”. Y dijo más: “Ojala que en este año de 2015 que será tan especial la Feria sea triunfal con la presencia de todos los toreros en su carteles”.
Eduardo Dávila Miura tiene en la actualidad 40 años. Tomó la alternativa en Sevilla el día 10 de abril de 1997 de manos de Emilio Muñoz. El 12 de octubre de 2006 se retiró en la plaza de toros de Sevilla en una corrida de toros de Gerardo Ortega, acompañado por José María Manzanares y Miguel Ángel Perera, en la que cortó una oreja a cada uno de sus toros. Posteriormente ha sido apoderado de toreros como Rafaelillo y Luis Bolívar, además de ser el profesor de la Asociación de Aficionados Prácticos de Sevilla.
Nacido en Sevilla en el barrio del Arenal, en la calle Pastor y Landero, frente a la Maestranza. Aficionado a los toros desde su infancia gracias al ejemplo paterno, un viejo amante de la fiesta que vio torear a Guerrita. Abonado de la Real Maestranza desde pequeño. 