Álvaro Pastor Torres.- El toreo “moderno”, con sus muchos defectos y pocas virtudes, se adueñó de la tarde. Un torero precocinado y prefabricado, de tiralíneas, mecánico, casi por obligación burocrática, sin chispa ni duende, ayuno de sentimiento y hondura. Buena novillada de los Hermanos Expósito, no del todo aprovechada, noble y con movilidad.
El manchego Emilio Bresó no supo ponerle la sal que necesitaba el soso pero noble eral. Juan Márquez solventó con suficiencia el novillo más incierto. El madrileño Álvaro García, con oficio pero muy frío por la sobrada técnica demostrada. El local Luis Vázquez, algo más verde que sus compañeros, suplió con tesón y mucha voluntad sus limitaciones.
Plaza de toros de La Algaba (Sevilla). Sábado 20 de septiembre. Tercer festejo de feria, novillada sin picadores. Casi lleno en tarde agradable. Destacó en la lidia Antonio Tirado. Antes la novillada se soltaron dos reses para los alumnos más jóvenes de la Escuela Taurina de La Algaba. Márquez, García y Vázquez salieron a hombros.
Cuatro erales de Hermanos Expósito González, con divisa verde y oro, de Castilblanco de los Arroyos, correctamente presentados y de buen juego en general.
Emilio Bresó, de Ciudad Real: silencio tras aviso
Juan Márquez, de Sevilla: dos orejas
Álvaro García, de Madrid: dos orejas
Luis Vázquez, de La Algaba: dos orejas
Nacido en Sevilla en el barrio del Arenal, en la calle Pastor y Landero, frente a la Maestranza. Aficionado a los toros desde su infancia gracias al ejemplo paterno, un viejo amante de la fiesta que vio torear a Guerrita. Abonado de la Real Maestranza desde pequeño. 